'El Ministerio del Tiempo', una serie para volver a ser niños

Es complicado expresar con palabras el entusiasmo y la ilusión que genera entre sus fans todo lo relacionado con 'El Ministerio del Tiempo'. La serie de La 1 ha transcendido el ánimo de sus seguidores, es más complejo que considerarlos meros fans acérrimos de una ficción televisiva. Indistintamente, alaban a cualquiera de sus protagonistas, al director o al creador; organizan coloquios por toda la geografía española; dibujan a sus personajes; graban podcast comentando cada episodio; se fabrican camisetas… Funcionan como una gran comunidad heterogénea a la que le une su amor por esta serie. Quien piense que son unos cuantos frikis ruidosos que pueblan las redes se equivoca de cabo a rabo.

Hace unos días, en un visionado que organizó TVE para presentar la segunda temporada de la serie -que se estrena este lunes en La 1 (22:15 horas)- en el que se invitó a prensa especializada y blogueros varios, se intuía en el ambiente un sentimiento de ilusión, de alegría compartida y de espera que llega a su fin. Tras ver el primer episodio de la segunda temporada, la sensación imperante era la de que la serie vuelve mejor que se fue, la de que las expectativas estaban de sobra cubiertas.

En la sala Azcona de la Cineteca de Madrid -lugar del evento donde se proyectó el capítulo- uno podía volver a la infancia, a ser niño. La experiencia de disfrutar en común con una serie a la que todos los presentes veneran. Como cuando cuentan los abuelos aquello de que los cines de España, antaño se llenaban para aplaudir con euforia que el bueno atrapaba al malo. Como cuando un mago capta la mirada de un grupo de niños atónitos ante los trucos del prestidigitador.

A lo largo de este primer y magnífico episodio con el que 'El Ministerio del Tiempo' abre sus segunda temporada, el espectador reirá, se emocionará, se entretendrá y aprenderá. Es una serie de aventuras que honra a su género y dignifica a la ficción en televisión conjugando elementos de drama y de comedia, permitiéndose el lujo de guiñar el ojo a sus seguidores de vez en cuando.

Ver cada capítulo de 'El Ministerio del tiempo', ya sea en una sala de cine o desde casa compartiendo las emociones de una manera 2.0, se ha convertido en una experiencia colectiva, en un intercambio de sensaciones, de momentos. Todo ello potenciado por la excelente y sin parangón estrategia transmedia que acompaña a esta serie.

Detractores y "baja" audiencia

Huelga decir que se trata de una serie con algunas deficiencias y con espacio para la mejora… el presupuesto da para lo que da y el reto de reproducir en cada capítulo una época (supone que parte de los decorados o localizaciones empleados en uno rara vez valen para otro) implica una capacidad de producción y de adaptación inaudita.

Y es posible que la ilusión que ha generado esta serie entre fans y prensa especializada (es la serie española más premiada en 2015, entre ellos, el Ondas) sirva para camuflar alguna de sus carencias; pero sería necio atribuir esa expectación y ese entusiasmo a una fuerza superior inexplicable. Existirá un motivo o varios para que 'El Ministerio del Tiempo' mueva lo que mueve; si es una serie que ha convencido hasta a las plumas más afiladas de la crítica, algo ha de tener de especial. Pero en España no hay como ser el centro de todo reconocimiento para que comiencen a arreciar los dardos más envenenados.

Es verdad que se trata de una serie con una audiencia discreta. Su creador, Javier Olivares, mantiene una ardua lucha para que se tenga en cuenta la audiencia en diferido, es decir, los espectadores que la han visto en los siete días posteriores al primer pase del capítulo.

Resulta que 'El Ministerio del Tiempo', que acabó su primera temporada con una media de 2,5 millones y 12,3% de share, incrementa sus índices si se tiene en cuenta a toda esa gente que ve la serie fuera de su día de emisión. Mirando la audiencia en diferido, la primera temporada hubiera promediado 2,8 millones de espectadores con un 13,0% de share. Cada capítulo de 'El Ministerio del Tiempo' fue seguido por una media de unas 250.000 personas a lo largo de la semana en la que se emitió.

Con este dato, la audiencia de la serie ya no parece tan mediocre… máxime si se tiene en cuenta que la media de La 1 se mueve en torno a los 10 puntos de share y que buena parte del público de la cadena es demasiado mayor para dejarse seducir por una serie de ciencia-ficción como 'El Ministerio del Tiempo'.

De esta forma, molestándose en analizar sus índices de audiencia y en contextualizarlos, se derrumban los argumentos de aquellos que sostienen que si TVE renovó 'El Ministerio del Tiempo' fue solo por conseguir trending topics cada semana.

Sin Rodolfo Sancho, con Hugo Silva

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La serie vuelve con todo su reparto ya conocido en la primera temporada, con el fichaje de Hugo Silva -se incorpora a partir del capítulo segundo- y con más presencia de los personajes a los que dan vida Mar Saura y Ramón Langa. Se caerá durante el primer tercio de la temporada Rodolfo Sancho, ya que le fue imposible compatibilizar el rodaje de esta serie con el de 'Mar de plástico'. Después, regresa.

Como ya es habitual, 'El Ministerio del Tiempo' contará con la presencia de numerosos rostros conocidos que participarán puntualmente en un episodio -a modo de colaboración especial- para encarnar a diferentes personajes de la Historia de España y de Europa como El Cid, Miguel de Cervantes, Colón, Felipe II, Napoleón…

En el guion, Javier Olivares y Anaïs Schaaff comandan un equipo por el que han pasado firmas invitadas como Borja Cobeaga, Diego San José, Javier Pascual, Carlos de Pando, David Sáinz. Y tras la cámara, en la labor de dirección, la serie salvaguarda a uno de sus grandes artífices del éxito, Marc Vigil. Él compartirá responsabilidad con directores invitados como Paco Plaza ('REC') y Javier Ruíz Caldera ('Anacleto')…

'El Ministerio del Tiempo', la serie en la que todo el mundo quiere estar; delante o detrás de la cámara; uno o varios capítulos. Una serie que permite sonreír, emocionarse y disfrutar con las aventuras de una patrulla que viaja en el tiempo. Una serie que devuelve al espectador a la maravillosa ingenuidad de su niñez tratándolo de una manera adulta e inteligente. ¡Qué bueno que haya vuelto 'El Ministerio del Tiempo'!