Alfonso Grau, exvicealcalde de Valencia con Rita Barberá y presidente de la Fundación Turismo de Valencia que contrató con el Instituto Nóos, ha involucrado a la actual senadora del Partido Popular. Grau ha señalado que no le dio ninguna orden pero sí ha revelado que Barberá le dijo que se había reunido con Iñaki Urdangarin para conocer sus proyectos y que «pintaban bien y podían ser positivos». Por eso le indicó que «los presentara en la Fundación Turismo de Valencia». A preguntas del PSPV ha dicho que desconoce si ella mantuvo una reunión con el cuñado del rey en el Palacio de la Zarzuela porque ella «no le comentó nada». Según su versión, se contrató con el cuñado del rey porque daba «fiabilidad» al proyecto. Daba fiabilidad porque era «un deportista de alto nivel, vicepresidente del COE, mantenía una estrecha relación con Juan Antonio Samaranch y era miembro de la familia real». Alfonso Grau ha defendido los convenios porque sirvieron para «promocionar la ciudad de Valencia». Grau ha reconocido que en la reunión de los patronos de la fundación «planteó el proyecto y votó a favor» aunque ha subrayado que «nunca mantuve reunión o contacto con algún representante del Instituto Nóos». El precio -más de tres millones de euros por res ediciones de la Valencia Summit- le pareció «razonable» y el resultado fue un éxito. El visto bueno se aprobó por «unanimidad» de los patronos con lo que, ha dicho, su voto en contra no hubiera servido para impedirlo y no se puede decir que «yo impuse el convenio». Las preguntas del letrado del partido socialista y las respuestas del que fuera mano derecha de Rita Barberá han traspasado en algunos momentos la línea judicial para entrar en la política. La acusación le ha preguntado por los estatutos de la fundación y por los presupuestos del ayuntamiento. Grau ha mandado un recado al expresident, Francisco Camps, y la exalcaldesa, Rita Barberá, y ha dicho que «nunca ha sido diputado y que si lo hubiera sido igual su situación procesal era distinta». El Tribunal de Justicia de Valencia descartó investigar a los aforados Camps y Barberá por estos contratos. La presidenta de la sala, Samantha Romero, ha zanjado este episodio con una advertencia: «aquí no se vienen a solventar asuntos políticos».