"Me dijo que si me dejaba tocar me facilitaría los trámites"
Una de las presuntas víctimas del trabajador apartado del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla describe "las humillaciones" a las que fue sometido
undefinedVÍDEO: NICOLÁS CASTELLANO / BEA POLO
Madrid
Salió de Damasco en 2014 cuando aún era menor de edad y llegó a Melilla en 2015 “huí porque no quería que me obligaran a ir al servicio militar y que me mandaran al frente” asegura este joven , uno de los 80 refugiados que se quejó por escrito del comportamiento del trabajador del CETI y a cuyo testimonio ha tenido acceso la SER.
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Hasta llegar a Melilla tardó 10 meses, los último 4 en Argelia hasta que consiguió llegar hasta la oficina de asilo de Beni Enzar donde pidió asilo.
Al principio fue llevado a un centro de menores y rápidamente cumplió los 18 años y fue trasladado al CETI. Fue entonces , el primer día que llegó al centro cuando el asistente social“ intentó tocarme, yo me asusté y grité y quise irme corriendo de la oficina, probó a tocarme por la cremallera y los calzoncillos y entonces me alejé” y sin embargo a la siguiente ocasión en el que intentó volver a hacer el trámite “volvió a intentarlo otra vez”, denuncia, añadiendo que estos hechos sucedieron cuando tenía que hacerse la foto para que le entregaran la tarjeta de registro que le permite la entrada y salida del CETI a través de los tornos instalados en la entrada del centro.
“Intentó tocarme los calzoncillos, me alejé de él y luego intentó tocarme otra vez”
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“Me dijo que si me dejaba tocar me facilitaría los trámites , había perdido mi tarjeta verde y para hacerme la copia me dijo que me ayudaría pero si me dejaba tocar", denuncia este refugiado sirio cuyo testimonio consta tanto en las investigaciones internas del Ministerio como en las diligencias de la Fiscalía.
Según este joven, habría otros chavales que han pasado por el mismo trago que él “aunque no denuncian por miedo, por ejemplo, un día a un amigo mío, que perdió la tarjeta, el trabajador le dijo vete a cambiarte de calzoncillos, te duchas y te afeitas y después vuelves, le intentó tocar pero sí le dio la tarjeta. Nos hemos quejado muchas veces del comportamiento de ese señor” lamenta este ex residente del CETI que pasó casi un año en Melilla.
“De todas las quejas no hemos visto muchos resultados, no nos han beneficiado en nada. Presentamos una queja al director pero no hemos visto medidas, y los que se han quejado de la actitud de este señor tiene miedo de que no les dejen salir de Melilla” aunque finalmente fue todo lo contrario y salieron rápidamente de la ciudad autónoma, “ porque no querían que declararan en un posible proceso judicial” señalan fuentes jurídicas conocedoras del caso, aunque finalmente la Fiscalía sí que los tiene localizados como han confirmado a la SER.
“Sabemos que ha habido alguna investigación pero a mí por ejemplo, que presenté denuncia escrita al director del CETI, no me llamaron a declarar más”, lamenta.