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La Abogada del Estado desmonta la coartada fiscal de Diego Torres

El acusado reconoce a preguntas de Ripoll que el Conde de Fontao no era funcionario de la Agencia Tributaria y que las consultas con el alto funcionario del fisco no fueron vinculantes

Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin, durante su declaración / CATI CLADERA (EFE)

Palma de Mallorca

Diego Torres ha superado el interrogatorio del fiscal, Pedro Horrach, pero se ha encontrado con serias dificultades cuando ha llegado el turno de la Abogacía del Estado. Dolores Ripoll trata de desmontar la coartada del exsocio de Iñaki Urdangarin sobre sus presuntos delitos fiscales. Torres no ha sabido precisar cuándo hizo las regularizaciones que ha mencionado durante el interrogatorio del fiscal pero los mayores apuros los ha pasado cuando se le ha preguntado por su coartada principal: "Hacienda y la Casa Real supervisaban nuestras actividades".

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La letrada le he preguntado si el abogado del rey emérito, el Conde de Fontao, era funcionario de Hacienda a lo que ha respondido que no. Además, ha querido averiguar si "las consultas al alto funcionario de Hacienda" se hicieron por los cauces legales establecidos con lo que serían vinculantes para la agencia tributaria. La respuesta también ha sido negativa. Torres se ha escudado en que este funcionario era "la persona que llevaba los asuntos fiscales de la familia real, que se encargó por ejemplo de que la herencia de Don Juan al rey emérito se quedara en Suiza para pagar menos impuestos, y que no podían pensar que se hiciera nada mal".

Ripoll también ha querido desmentir la afirmación de Torres de que Luxemburgo, donde transfirió los ahorros que tenía por trabajos de consultoría en Andorra, no era un paraíso fiscal: "¿Sabía usted que ocupa el lugar 41 en la lista de paraísos fiscales?" "No", ha respondido el acusado que una y otra vez atribuía al asesor fiscal, Miguel Tejeiro, toda la responsabilidad sobre estos asuntos. Diego Torres ha vuelto a negar cobros en negro. "A mí me han puesto boca abajo y me han sacudido. Jamás me han pagado en B", ha asegurado

Cruce de facturas

La abogada del Estado también ha preguntado por las 425 facturas que se cruzaron las empresas asociadas al Instituto Nóos entre 2004 y 2008 por importe de ocho millones de euros en cuatro años. Dolores Ripoll ha dicho que no le parece lógico ni razonable. La acusación particular sostiene que era una estrategia para defraudar en el impuesto de sociedades. Torres ha sostenido todo lo contrario. Ha asegurado que en un proyecto contratado por una empresa pueden participar otras que, por lo tanto facturan por sus servicios y que "este es el modo de proceder en el mundo de la consultoría". Ripoll le ha interrogado a cuentas de correos electrónicos en donde daba órdenes a empleados de firmas que no son suyas y el acusado se ha defendido con el argumento de que, "como director de cualquier proyecto en el que se involucra a personas, académicos y distintas empresas eres el responsable de que todo salga perfecto y en calidad de director se dan instrucciones a las personas involucradas pero eso no significa que tengas ningún poder respecto de sociedades que no son tuyas".

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