Jean Claude Piris: "Nunca seremos los Estados Unidos de Europa"
El exjefe del servicio jurídico del Consejo Europeo Jean Claude Piris redactó el artículo 50 que permite la salida a quien quiera
Bruselas
Hasta hace apenas 10 años quien entraba en la Unión lo hacía para siempre. Pero esto ha cambiado con la reforma del último Tratado. El artículo 50 establece la posibilidad de la salida y fija cómo hay que negociarla. Contra quienes critican haber introducido esta posibilidad, el jurista mantiene que era imprescindible traducir en derecho europeo algo que "tampoco se habría podido evitar".
Esta es la crisis más grave que nunca ha vivido la UE. Nos lo dice un experto que en los últimos años ha cooperado para encontrar salidas a todos los rechazos. El de hoy es distinto porque ya no es posible sacar o poner comas en los Tratados para pedir a los británicos que repitan su voto. La estrategia seguida con Irlanda en el año 2008 cuando se repitió referéndum no valdrá aquí.
"Si dicen no, se van. Y fuera es fuera", la frase se estrenó en Alemania pero se ha convertido en la nueva divisa de la Instituciones. Fuera quiere decir negociar el divorcio y esto, por la aplicación del artículo 50 del Tratado sobre el que algunos quieren poner toda la responsabilidad de la ruptura.
Su autor, les niega ese derecho: "Yo estaba a favor porque había que dar una salida legal a algo que podía pasar". Porque si un país "no se encuentra cómodo en la UE y desea salir, ¿qué hacemos?", nos pregunta. "¿Vamos a los tribunales alegando que ha incumplido el contrato?"
Que la salida del Reino Unido sea un riesgo grave para todo el proyecto, él no lo niega: "por desgracia la salida de los britanicos demostrará que la Unión Europea no es un exito". Pero rechaza que el parón del proyecto sea culpa de Cameron por que "si hubieramos querido hacer cosas entre nosotros, entre los 27 o entre los 19 de la eurozona o en grupo mas pequeño, habríamos podido ya que medios jurídicos hay. Pero si no lo hemos hecho es por falta de voluntad politica".
Su conclusion es clara: "nunca seremos los Estados Unidos de Europa" porque "optamos por la ampliacion".
Es la primera vez que alguien públicamente nos dice algo tan claro sobre el impacto de la ampliación al Este. "Necesaria pero una opción que le ponía un techo al sueño del gran proyecto político".
Por esto, lo que vivimos hoy demuestra que "el proyecto europeo es un pacto voluntario entre estados. Y el que no quiere mantenerse dentro puede salir". Toda una novedad que quizás otros intentarán probar, aunque el riesgo no le da miedo al jurista.
"A partir del momento que optamos por ampliarnos a paises tan distintos, niveles de vida, forma de entender el proyecto, no podemos tener algo homogeneo".
"No hay que sorprenderse, elegimos la ampliación, y no podemos hacer un estado federal a 28. Esto está claro", dice.
Lo que no se esperaba es que el Reino Unido pondría a prueba toda la infraestructura con tanta rapidez, "no, no me esperaba que seria tan pronto, pero bueno, habíamos redactado el artículo y está ratificado por 28 gobiernos, 28 parlamentos y algunos referenda", recuerda dando por hecho que el que no ha entendido que la UE del Tratado de Lisboa es otra UE no ha entendido nada.
"No somos un Estado Federal o sea que aunque desearía que los británicos voten por quedarse creo que es positivo haber introducido en el derecho europeo algo que si ha de pasar no podría evitarse".
Es un nuevo discurso. El discurso con el que Europa intenta contrarrestar el de los Euroescépticos que presentan a la Unión Europea como un dictado impuesto por Bruselas. Estrategia en la que el Reino Unido representa con cualquier resultado la bandera perfecta, aunque si el Brexit gana va a ser muy difícil callar las voces que reclaman desde Dinamarca a Austria, pasando por Holanda, un voto sobre la permanencia.
Voces que impiden reforzar el proyecto político forzando, a largo plazo una nueva reforma del Tratado para abrir juego a una Europa a la 'carta' aunque sobre el futuro modelo de la Union Europea no existe todavía un consenso al margen de que en los despachos de las Instituciones se da por hecho que el Reino Unido ha impuesto su modelo gane quien gane el Referendum.