Rajoy se juega la investidura el 25-S
El líder del PP necesita un balón de oxígeno para superar su investidura fallida y la gestión de los casos Soria y Barberá. Se servirá del éxito de Feijóo para tratar de recuperar la iniciativa
Aunque algunos populares temen que se empiece a reclamar su cabeza y alguien se vea tentado de apuntar ya a su compañero de partido como sucesor
Madrid
El PP espera que los resultados de las elecciones gallegas y vascas ayuden a despejar el panorama político. Por un lado, hay que ver si los populares salvan los muebles en Euskadi y si finalmente el PNV los necesita para seguir al frente. Por otro, es clave mantener la mayoría absoluta en Galicia. Consciente de ello, Mariano Rajoy se ha volcado en su tierra. Se servirá del éxito de Alberto Núñez Feijóo para recuperar la iniciativa y presionar al PSOE.
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Los que rodean al presidente en funciones dan por hecho que los socialistas se van a estrellar y esperan que eso ponga contra las cuerdas a Pedro Sánchez. Reconocen que a Rajoy le viene bien un balón de oxígeno tras la investidura fallida y la gestión de los casos Soria y Barberá. Algo que también necesitan en sus filas. Por eso, Rajoy ya ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional para el 26 de septiembre. Tras coronarse, tratará de animar y marcar la estrategia de los suyos.
Los conservadores saben que en octubre se presenta la última oportunidad para formar gobierno. Están muy pendientes de lo que se decida en el Comité Federal del PSOE. Hay quien mantiene la esperanza de que los socialistas cambien su voto en contra por una abstención para que se pueda celebrar una investidura in extremis.
Pero saben que Rajoy ya no se presentará a ella si no va a salir elegido. Además, en el Gobierno y en el PP va calando la idea de que el líder socialista intentará construir una alternativa y parecen ya resignados a que habrá terceras elecciones. Les preocupa el desprestigio internacional pero están muy seguros de su supremacía. Dan por hecho que tras ganar dos veces, subirán en número de escaños.
De todas formas, una inquietud recorre al Partido Popular. Temen que a partir de la semana que viene aumenten las voces pidiendo la cabeza de Rajoy y que haya incluso alguien tentado de apuntar ya hacia Feijóo como sucesor. Y es que si revalida su título, su figura se verá consolidada a nivel interno.