Hollande va a reducir los privilegios de los expresidentes
El actual jefe del Estado podría ser el primer afectado pues no habrá retroactividad
París
El presidente de Francia, François Hollande, va a recortar los enormes privilegios de los que gozan los ex jefes del Estado y que cuestan al erario público más de 10,3 millones de euros anuales.
Según el estatuto vigente, los antiguos inquilinos del Elíseo tienen derecho de por vida a dos policías para su protección personal, un apartamento amueblado con dos personas para el servicio doméstico, un coche con conductor, siete colaboradores y una dotación presupuestaria anual (acumulable a otros sueldos o pensiones) de 65.000 euros.
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Estas ventajas han sido denunciadas por el Tribunal de Cuentas y el Consejo de Estado en diversos informes. Un decreto para limitarlas duerme en los cajones del Elíseo desde 2014, y Hollande se dispone ahora a publicarlo, según FranceInfo.
Pero la discreción se impone dado el estado crítico de salud de expresidente Jacques Chirac (83 años), hospitalizado desde hace semanas, y del caso del expresidente Nicolas Sarkozy, en plenas primarias para convertirse en candidato de Los Republicanos (conservadores) a la presidencia de Francia.
Según datos que ha aireado la prensa francesa en los últimos meses, Valéry Giscard d'Estaing (90 años), al parecer todavía con cierto grado de actividad política, cuesta al Estado 2,5 millones de euros.
El erario público también paga los gastos de Nicolás Sarkozy, 2,2 millones anuales, pese a que mantiene un despacho de abogados y aspira a ser de nuevo jefe del Estado. A mucha distancia, Jaques Chirac, retirado, pasa facturas por 1,5 millones.
Hollande podría ser el primer presidente afectado por el decreto, si pierde las próximas elecciones en mayo o no llega a presentarse, algo improbable, pero que todavía no ha comunicado a los franceses de manera oficial.
Según una encuesta realizada por el instituto Odoxa, el 80 % de los franceses opina que Hollande no debería aspirar a la reelección en los comicios presidenciales de 2017. El 88% de los interrogados estiman que la curva del paro no se invertirá antes de las elecciones y el socialista Hollande vinculó su candidatura a una reducción de la tasa de desempleo, que subió en los primeros años de mandato y sigue casi invariable desde hace tiempo en torno al 10% .