¿Quién se hará cargo de las cabinas telefónicas a partir de 2017?
Hasta la fecha, ningún operador se ha presentado al concurso para renovar este servicio
Bilbao
Durante los últimos años, cada vez son más las personas que se cuestionan la necesidad de mantener las cabinas telefónicas. En un mundo cada vez más dominado por los teléfonos móviles e Internet, el mantenimiento de estas estaciones se antoja cuestionable gracias, en gran medida, a su decreciente uso y al cada vez mayor coste de mantenerlas.
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Se estima que en la actualidad quedan 18.300 cabinas en España que dan servicio las 24 horas del día y los 365 días del año. Un servicio que, hasta el próximo 31 de diciembre, está adjudicado a Telefónica. No obstante, tal y como se ha conocido a través de la última publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE), ninguna operadora ha querido hacerse cargo, a través de los concursos convocados tanto para mantener los teléfonos públicos como para elaborar y entregar las guías telefónicas han quedado desiertos, de este servicio. Es decir, nadie quiere hacerse cargo de un servicio en clara decadencia.
¿Quién se hará cargo del servicio a partir de 2017?
Sin embargo, y pese a que nadie quiera recoger el testigo de Telefónica, un real decreto obliga al Estado a mantener las cabinas. Para poder acabar con este servicio sería necesario que el Gobierno dentro de su agenda digital modificara el Real Decreto 726/2011, lo que permitiría la posibilidad de excluir cabinas del suelo urbano. Por lo tanto, este servicio continuará funcionando en 2017.
Pero, ¿quién se hará cargo de él? Según han informado fuentes de Telefónica a Cadena SER, mientras el decreto no sea modificado, las más de 18.000 cabinas telefónicas continuarán siendo mantenidas por el anterior concesionario, es decir, Telefónica. Pese a que no sea rentable para la empresa, el Real Decreto recoge que deben permanecer dando servicio.
Por lo tanto, y pese a la escasa rentabilidad de las cabinas, Telefónica seguirá gestionando el servicio de las cabinas telefónicas españolas. Dado que el Estado tiene la obligación de prestar este servicio, tal y como recoge en su Real Decreto, necesita a una empresa que lo gestione. Dado que el concurso de concesiones ha quedado desierto, este servicio seguirá siendo ofrecido por Telefónica.
El pasado 1 de marzo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) remitió un informe al Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el que se aconsejaba revisar la conveniencia de mantener las cabinas dentro de las obligaciones del servicio universal. Es decir, esta comisión pidió la modificación de este decreto que, a día de hoy, no ha sido retocado.
Un servicio en clara decadencia
En este mismo estudio, la CNMC argumenta que en España, el número de cabinas se ha reducido notablemente y la demanda de este servicio es cada vez menor. Basándose en los datos recogidos por el Eurobarómetro en 2014, el 88 por ciento de los consultados nunca han utilizado las cabinas telefónicas.
La Comisión también aseguraba que un 81 por ciento de los ciudadanos encuestados respondieron estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con mantener las cabinas dentro del servicio universal.
En lo que respecta al coste, Competencia asegura que el coste de las cabinas se triplicó de 2012 a 2013 y volvió a subir en 2014 hasta 1,32 millones. Se estima que en la actualidad, el mantenimiento de este servicio cuesta cerca de cinco millones de euros.
Por lo tanto, Telefónica tendrá que estar al menos un año más encargándose de este servicio con el que el Estado garantiza que toda la sociedad tenga acceso a servicios de telecomunicaciones con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y un precio asequible.
El operador tendrá que seguir llevando la red de telecomunicaciones a cualquier punto del país, incluidas las zonas no rentables. Además de ello, Telefónica tendrá que seguir ofreciendo otros servicios como las guías de teléfonos, los servicios adaptados para personas con discapacidad y el acceso a la banda ancha
Según el pasado concurso, en el que Telefónica se impuso al resto de operadores, la compañía debía asegurar, como mínimo, un teléfono público en cada municipio de mil o más habitantes y un más por cada 3.000 habitantes.
Las cabinas ya no son rentables
Tal y como informa Telefónica, de las 18.000 cabinas telefónicas que hay en España, cerca de 12.000 no son rentables. Además, las 6.000 rentables no cubren la rentabilidad del conjunto del servicio, por lo que se trata de un trabajo que carece de beneficios para la empresa.
La extensión del uso del teléfono móvil ha supuesto una caída media interanual sostenida del uso medido en minutos del orden del 32 por ciento en los últimos tres años. Además del teléfono móvil, otros servicios como los locutorios o las calling cards, también conocidas como tarjetas rasca, han mermado el uso de la telefonía de las cabinas pública.
De 55.000 cabinas en 1999 a 18.300 en la actualidad
Para encontrar el máximo número de cabinas telefónicas en vía pública hay que remontarse hasta 1999, cuando cerca de 55.000 cabinas poblaban el país. Si contamos además las cabinas existentes en recintos privados, tales como aeropuertos u hospitales, se estima que llegaron a haber unas 100.000 cabinas en toda España.
No obstante, durante los últimos años, el número de cabinas ha ido disminuyendo a razón de 5.000 por año hasta quedarse con las 18.300 en vía pública y los 3.300 en recintos privados.
Entre las ciudades con mayor número de cabinas destacan Madrid con cerca de mil, Barcelona, con más de 500 y Las Palmas de Gran Canaria, con cerca de 400 cabinas. Tras ellas se encuentran otras ciudades como Valencia, Málaga, Cádiz, Tenerife y Alicante.
¿Cómo se ha resuelto el problema de las cabinas en el resto de países?
Algunos países como Estonia, República Checa o Finlandia hace mucho que optaron por retirar las cabinas telefónicas y otros, como por ejemplo Francia, han decidido recientemente hacer lo propio y excluir las cabinas del servicio universal, lo que permitirá a Orange empezar a desinstalarlas.
Mientras tanto, otros países como Estados Unidos o Reino Unido han decidido reemplazar las clásicas cabinas por estaciones wifi con una conexión a Internet gratuita de hasta un 1 Gbps de velocidad gracias a los proyectos LinkNYC y LinkUK.
Otros países han decido reciclar las clásicas cabinas y convertirlas en, por ejemplo, estaciones para enviar emails, fax y SMS, para recargar el saldo de los teléfonos móviles, para cargar la batería de los vehículos eléctricos en incluso los hay quienes las han convertido en pequeñas bibliotecas.
En definitiva, la mayoría de países han modificado los decretos que les obligaban a asegurar cabinas telefónicas en las ciudades y han optado por ofrecer puntos wifi públicos y estaciones wifi, como han hecho Estados Unidos y Reino Unido, para que tanto los turistas como los habitantes de las regiones puedan realizar llamadas por Internet o consultar cualquier dato cuando más lo necesiten.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...