Trump ignora a Merkel cuando ella le propone darse la mano
Ambos mandatarios se reúnen este viernes en la Casa Blanca. Cuando los fotógrafos estaban captando el encuentro les han pedido un apretón de manos. Merkel ha hecho intención pero Trump ni la miraba
Fotógrafos: "¿Se pueden dar la mano?" / Merkel, a Trump: "¿Quiere que nos demos la mano?" / Trump no responde...
Madrid
La canciller alemana, Angela Merkel, ha llegado a la Casa Blanca para mantener su primera reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que se espera que hablen de la Unión Europea (UE), la relación con Rusia y los intereses de los inversores alemanes en EEUU. Merkel, que tenía previsto reunirse con Trump el pasado martes pero tuvo que posponer su visita debido al temporal de nieve en la costa este de EEUU, llegó a la Casa Blanca pasadas las 11:30, hora local (15:30 GMT).
Trump la recibió en la puerta del ala oeste de la Casa Blanca, donde se encuentra su oficina, y ambos se estrecharon la mano y sonrieron a las cámaras antes de entrar en la mansión presidencial.
Pero no pasó lo mismo cuando volvieron a posar ante los fotógrafos dentro. La prensa les pidió un apretón de manos y, ante la pasividad de Trump, la propia Merkel le pregunta si se dan la mano pero, de nuevo, el presidente de EEUU ignora la sugerencia. Ni mira a la cara a la canciller.
Ambos mandatatios tienen previsto hablar a solas durante unos quince minutos y mantener después un encuentro junto a sus delegaciones durante otros 45 minutos, seguido de una reunión con empresarios de EEUU y Alemania para conversar sobre "el desarrollo y la formación vocacional de la mano de obra", según la Casa Blanca. Los dos ofrecerán a continuación una conferencia de prensa conjunta, seguida de un almuerzo de trabajo también en la Casa Blanca.
La relación entre Trump y Merkel ha sido fría hasta ahora: antes de asumir la presidencia, el pasado 20 de enero, el nuevo mandatario de EEUU acusó a la canciller alemana de haber cometido "un error catastrófico" con su política de refugiados. Por su parte, Merkel criticó el veto migratorio impuesto por Trump y suspendido por un juez federal.
La reunión de este viernes permitirá a ambos líderes mantener un primer contacto personal del que no deben esperarse grandes revelaciones en cuanto a contenidos, según la Cancillería alemana, ya que éstos se definirán en la ronda de cumbres multilaterales de los próximos meses, de la OTAN, el G7 y el G20.
Aún así, la canciller alemana quiere trasladar a Trump la "significación central" que para Berlín tiene la UE, y que el partido liberal VVD del primer ministro holandés Mark Rutte haya sido el ganador de los comicios celebrados el miércoles en Holanda, lo que es un "resultado proeuropeo", según destacó Merkel. La victoria de Rutte disipa el peligro del nexit -versión neerlandesa del brexit- al que aspiraba el ultraderechista y xenófobo Geert Wilders, y eso es una buena noticia para Merkel ante su entrevista con Trump.
La canciller pretende también hacer valer el peso económico de Alemania para Estados Unidos, defender los intereses de los inversores alemanes en el país y dejar claro que no se admitirán nuevos aranceles o tratos discriminatorios para sus empresas.
Trump, por su parte, quiere aprovechar la relación para establecer una relación "personal" con Merkel y pedirle consejo sobre su experiencia en el trato con el presidente ruso, Vladímir Putin, según ha adelantado la Casa Blanca. En particular, Trump quiere conocer el punto de vista de la canciller alemana sobre el papel que puede desempeñar EEUU en la búsqueda de una solución al conflicto en Ucrania y en la aplicación de los acuerdos firmados en Minsk en febrero de 2015.