La Generalitat Valenciana inicia el proceso para acabar con el modelo Alzira
El Gobierno de Puig notifica oficialmente a Ribera Salud que no le renovará el contrato que finaliza el 1 de abril de 2018
Le da instrucciones para la entrega de la gestión, que será tutelada por la Generalitat Valenciana
La empresa no podrá tomar decisiones sin el permiso de la Conselleria de Sanidad
Madrid
Hoy comienza el fin del modelo Alzira, el símbolo de la privatización sanitaria que promovió y extendió durante sus años de gobierno el Partido Popular en la Comunidad Valenciana. De hecho, ahora mismo, la sanidad privada encabezada mayoritariamente por la empresa Ribera Salud gestiona la asistencia sanitaria de un millón de valencianos. Es el 20% de la población de esta comunidad, uno de cada cinco valencianos. La Generalitat Valenciana le envió este lunes por la tarde a Ribera Salud dos resoluciones. La primera para comunicarle oficialmente que no le renovará la concesión del hospital de Alzira y de los centros de atención primaria. Le recuerda que el contrato finaliza el 1 de abril de 2018.
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La segunda resolución con las normas de reversión a la gestión pública del departamento de salud que atiende en esa comarca a 250.000 personas. Son las instrucciones que debe seguir Ribera Salud a lo largo del próximo año para mantener la calidad asistencial hasta el último día.
Según la amplia documentación a la que ha tenido acceso la Cadena SER, el gobierno de Puig inicia pues el periodo de transición marcando plazos y calendarios para la entrega de la gestión. Y esa gestión queda tutelada y fiscalizada por la administración. Fecha importante: a partir de esta misma semana, a partir del sábado uno de abril, la empresa Ribera Salud no podrá tomar ninguna decisión importante sin la autorización de la Conselleria de Sanidad, como nombramientos de directivos, compra de bienes, cambios en las condiciones laborales del personal, despidos o nuevas contrataciones.
Esta semana también tendrá que adaptarse a las mismas aplicaciones informáticas que usa la sanidad pública en lo que se refiere a los historiales clínicos de los pacientes, la gestión de peticiones para pruebas de laboratorio y todo lo relativo a la atención primaria. Y en dos los próximos meses, abril y mayo, Ribera Salud está obligada a enviar a la Conselleria toda la información sobre la cartera de servicios, la estructura jerárquica, el personal contratado, los sueldos, el inventario de inmuebles y maquinaria.
El modelo Alzira lo creo Eduardo Zaplana en 1999. Fue la privatización pura y dura de la sanidad que se extendió con Francisco Camps a otras comarcas. Ahora mismo hay cinco departamentos de salud con este modelo en Valencia. Un modelo que fracasó al principio. En 2003 el hospital tuvo que ser rescatado por la Generalitat porque perdía dinero y era deficitario. Pero después lo volvió a sacar a concurso, se lo adjudicó de nuevo a Ribera Salud ampliando la gestión a los centros de atención primaria. Ahora el hospital y los centros son de titularidad pública. Es cierto que en el 99% el centro lo construyo Ribera Salud, pero pasa a manos de la Generalitat cuando lo tiene que rescatar en 2003.
El modelo Alzira como tal no llegó a implantarse en otras comunidades, aunque Ignacio Gonzalez intentó seguirlo, pero la marea blanca frenó esa privatización. Lo que hay en Madrid o en Galicia son modelos mixtos de colaboración pública y privada.