El Barça no pudo ni soñar

No hubo milagro. El Barcelona no pudo creer en la remontada. Los blaugranas buscaron los goles pero se toparon una y otra vez ante la zaga de la Juventus que hizo valer su renta del partido de ida (3-0). De esta manera, los de Luis Enrique caen eliminados en cuartos de la Champions League por segundo año consecutivo.

Todo sobre el plantel. Con las mejores galas, la de las mejores noches, en un Camp Nou peripuesto en busca de una remontada que no llegó ni a rozar con los dedos. Frente al Barcelona, una Juventus que no cayó en el error del PSG de Emery que sucumbió en octavos con la ya famosa “remontada histórica”. Los de Allegri no se encerraron, de hecho intimidaron en los primeros compases pero a la vez se mantuvieron organizados en las labores defensivas. Higuaín y Dybala acecharon la portería de Ter Stegen aprovechando a un Barça volcado en la presión ofensiva desde el pitido inicial.

El primer cuarto de hora fue frenético en cuanto a velocidad y ritmo se refiere. Mientras Neymar encontró el hueco perfecto por la banda izquierda defendida por el ex azulgrana Dani Alves, la Juve gozó de grandes ocasiones desde las botas de Cuadrado. El cafetero primero desaprovechó un contraataque perfecto –en tres toques con su socio Dybala– donde actuó Piqué de forma providencial lanzándose al suelo con todo, y posteriormente mandó un remate de chilena por encima del larguero blaugrana.

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Messi, Jordi Alba y Neymar conectaron. El sector zurdo el objetivo. De allí llegaron las ocasiones como cuentagotas. Primero Luis Suárez no encontró a ningún compañero en su dejada, luego Alba no llegó a la ‘combita’ de Messi y finalmente el argentino falló una volea que no suele errar nunca. Su zurdazo lamió el poste de Buffon. Una concatenación de oportunidades que prosiguieron, con menor intensidad, en los siguientes minutos.

El Barcelona apretó los dientes en el ataque y recuperaba la pelota al instante. Neymar se hizo dueño de su sector y, tras enlazar regates y llegadas, consiguió rematar por primera vez en su cuenta particular. Junto al brasileño, Lionel Messi era el jugador más activado en la primera parte y fue el primero en hacer trabajar al arquero de la ‘Vecchia Signora’ con un doble lanzamiento que quedó en nada.

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El conjunto turinés, embotellado durante gran parte de la primera mitad, llegó poco pero hizo temblar las bases del estadio azulgrana. Higuaín, que anteriormente no remató bien un balón en el área, recogió la asistencia de cuchara del bosnio Pjanic y lo remató al centro, justo donde estaban los guantes de Ter Stegen. El Barça contestó con una chilena mal efectuada de Luis Suárez. El primer ‘round’ acabó con una Juventus guardando el balón, arañando minutos en cada falta y con un resultado nada favorable para la remontada del Barça.

Tras el paso por vestuarios el Barça siguió topándose ante la maraña defensiva de los ‘bianconeros’. Y no solo eso, sino que Cuadrado tuvo el gol en sus botas. Un nuevo contragolpe que acabó con un disparo cruzado del colombiano que rozo el guardameta alemán con las yemas y salió rozando el poste.

El sueño decayó

Piqué se erigió como delantero desde el minuto 50 y los de Luis Enrique, con Paco Alcácer a modo de revulsivo, comenzaron a volcarse en el área rival ante una locura de intercambio de golpes. Messi se probó con un zurdazo marca de la casa que lamió el palo y prosiguió con el primer lanzamiento de falta que concedió el colegiado holandés Kuipers en el balcón del área. El disparo buscó la escuadra pero pasó un palmo por encima. Cada vez más cerca el gol, pero cada vez menos tiempo. Media hora para el final y tres tantos para igualar la eliminatoria. Una quimera inalcanzable.

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Los de Massimiliano Allegri, técnico de la Juve, plasmaron comodidad y tranquilidad en la parcela defensiva pese a las constantes llegadas de los rivales. Chiellini y Bonucci solventaron todos los duelos por alto y cuando no conseguían alejar el balón fue el Barça quien se desesperó. La sensación fue que el conjunto blaugrana podría llegar a la portería de Buffon durante horas y no iba a anotar. No lo consiguió Messi, ni Sergi Roberto con un zurdazo que se diluyó en la grada.

Tras una breve depresión, el Barcelona intentó tirar de orgullo con una ocasión de Mascherano, que entró sustituyendo a Sergi Roberto, pero enseguida bajó los brazos a falta de cinco minutos del final. El partido murió y con ella un conjunto azulgrana que dejó su casillero a cero en la eliminatoria, algo que no sucedía desde el 7-0 frente al Bayern en 2013. El próximo año, sin Luis Enrique en el vestuario, los azulgranas buscaran renovarse en competición europea sin obviar que el próximo fin de semana se juega el resto de la temporada en el Clásico ante el Real Madrid.

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