Donald Trump, investigado por posible obstrucción a la justicia en la trama rusa
El investigador Robert Mueller abre una nueva línea para saber si el presidente intentó detener las pesquisas del FBI
Washington
El investigador especial de la trama rusa, Robert Mueller, da una nueva vuelta de tuerca al caso y abre una línea de investigación que apunta directamente al presidente Donald Trump. Mueller trabaja con la hipótesis de que Trump podría haber cometido un delito de obstrucción a la justicia al haber pedido al exdirector del FBI James Comey –según la declaración de este-, que detuviera la investigación sobre Michael Flynn, su exasesor de seguridad nacional.
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Mueller pretende entrevistar a cinco altos cargos de la inteligencia estadounidense, entre ellos, al director de Inteligencia Nacional, Dan Coats; al actual jefe de la Agencia de Seguridad Nacional, Michael Rogers, y a su antecesor en el cargo, Richard Ledgett. Según las últimas informaciones publicadas en los medios, Trump les pidió que intercedieran ante Comey para que frenara la investigación sobre Flynn. Coats y Rogers rechazaron testificar sobre este tema en el Congreso la semana pasada. Los servicios de inteligencia están investigando también si el círculo del presidente ha cometido delitos financieros.
Hasta ahora la investigación tenía dos patas: la del espionaje e interferencia de Rusia durante la campaña electoral con el objetivo de perjudicar a la candidata demócrata y la supuesta colusión con Moscú de los colaboradores del entonces candidato republicano. Siete de ellos están siendo investigados; dos continúan en el gobierno, son el fiscal general Jeff Sessions, y su asesor y yerno, Jared Kushner.
Comey le dijo a Trump que él, personalmente, no estaba siendo investigado. Pero, según ha adelantado el Washington Post citando fuentes cercanas a la investigación, eso cambió tras su despido fulminante y con la llegada de Mueller. El investigador especial, también exdirector de la agencia de inteligencia y con muy buena reputación entre ambos partidos, asumió la dirección de la investigación tras la propuesta del número dos del departamento de Justicia, Rod Rosenstein, que le garantizó independencia y autonomía para llevar a cabo su cometido. El número uno de ese departamento, el fiscal general Jeff Sessions, se auto inhibió en marzo de todo lo relacionado con la trama rusa tras haber mentido al Senado sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington.
En los últimos días se ha levantado el rumor de que Trump quería despedir también a Mueller y ha sido un bulo tan serio que hasta el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, compareció el lunes en público para pedirle al presidente que dejara a Mueller "hacer su trabajo".