Los bomberos combaten sin descanso el fuego en el centro de Portugal
Varios medios aéreos han podido incorporarse a última hora de la mañana a las labores de extinción del incendio
Lisboa
La lucha contra el fuego en el centro de Portugal, aunque continúa siendo "difícil" por las complejas condiciones meteorológicas en la zona, "evoluciona favorablemente", según el último balance de Protección Civil. El comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil lusos, Elíseo Oliveira, dijo a periodistas que la evolución positiva se registra en los tres distritos actualmente afectados por las llamas, -Leiria, Castelo Branco y Coimbra-, donde en total se han desplegado más de 2.000 bomberos.
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Varios medios aéreos han podido incorporarse a última hora de la mañana a las labores de extinción del incendio. La extensa nube de humo lo había impedido hasta ahora.
Entre esos medios internacionales hay cien operativos terrestres y cuatro aviones llegados desde España, así como otros recursos procedentes de Francia. "Todos los operativos en el terreno tienen un papel fundamental", destacó Oliveira, quien comentó que por la compleja orografía de la zona hay muchos lugares a los que aún no pueden tener acceso ni siquiera los medios terrestres.
El número de muertos se ha elevado durante la tarde de este lunes a 64. Un bombero y una mujer de nacionalidad francesa son las últimas víctimas del fuego.
Aunque se registró durante varios minutos una fina lluvia en el término municipal de Pedrógão Grande, epicentro de la tragedia, se prevé que a lo largo de la jornada se repitan las condiciones que propiciaron el rápido avance de las llamas el sábado: viento y temperaturas elevadas. Según el Instituto Portugués de Mar y Atmósfera (IPMA), la temperatura en Leiria, Castelo Branco y Coimbra rondará hoy los 38 grados y los vientos que pueden variar de moderados a fuertes.
El organismo mantiene la zona afectada en situación de "riesgo máximo" de incendio. El incendio, iniciado durante la tarde del sábado, se concentra en el término municipal de Pedrógão Grande, situado en el distrito de Leiria, una zona del centro del país, caracterizada por aldeas pequeñas y dispersas, y enormes llanuras por las que atraviesan varias carreteras nacionales.
Las vías, rodeadas de vegetación, han sido el epicentro de una tragedia "como no se recuerda" en el país, dijo el primer ministro portugués, António Costa, desde el puesto de control que las autoridades han instalado en Pedrógrão Grande para seguir las novedades, cada vez más desoladoras.
Había entre ellas "familias enteras", según ha dicho en una de sus declaraciones a la prensa el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes, que describe un "escenario horrible" en el que decenas de personas se vieron atrapadas en una carretera rodeada por las llamas.
Los fuertes vientos que soplaron este sábado, unidos a temperaturas superiores a los 40 grados, fueron los causantes de la rápida propagación, algo que se ha repetido en las últimas horas y ha complicado las labores de extinción.
Tres días de luto nacional
El Gobierno portugués ha decretado tres días de luto nacional, a partir de este domingo, ante la que es además la tragedia con más fallecidos en un sólo incendio en casi un cuarto de siglo en el mundo.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, hizo un llamamiento a la unidad de todos los portugueses, a la solidaridad y a "proseguir el combate en curso" contra el devastador incendio. "Concentremos ahora nuestra voluntad en lo esencial, proseguir el combate en curso", dijo el presidente en un mensaje televisado dirigido a la nación.
"Nuestro dolor en este momento no tiene medida, como no tiene medida nuestra solidaridad", añadió, tras transmitir su "ilimitada gratitud" e "incondicional apoyo" a los numerosos bomberos, efectivos de protección civil, policías y autoridades que trabajan para frenar el avance de las llamas y dar respuesta a las necesidades de los afectados.