Mariano Rajoy elude toda responsabilidad económica para esquivar la caja b
El presidente del Gobierno no niega la existencia de la caja b en el PP ni las donaciones ilegales al partido sino que alega desconocimiento y responsabiliza de toda la gestión económica, y por tanto de las supuestas irregularidades, a la tesorería de su partido
Madrid
Como un mantra. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha sido obligado este miércoles a declarar como testigo en el principal caso de corrupción que afecta al partido que también preside, ha repetido ante cualquier pregunta sobre la contabilidad b del Partido Popular que él no se ocupaba de los temas económicos sino tan solo de la política.
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A pesar de que lleva más de 20 años ocupando los cargos orgánicos más relevantes en el Partido Popular, desde visecretario a secretario general y presidente, él solo se ocupaba de la política, mientras que las cuentas eran un asunto que trataban en exclusiva el tesorero Álvaro Lapuerta y el gerente Luis Bárcenas. Como miembro del Comité Ejecutivo del PP, entre otros “30 ó 40” dirigentes, solo ha reconocido que aprobaba los presupuestos de las campañas electorales y se preocupaba de que los números “fueran positivos” cuando eran presentados ante el Tribunal de Cuentas. Sin embargo, los investigadores ya han acreditado que esos balances ante el organismo fiscalizador del Estado, se presentaban convenientemente amañados.
Declaración preparada para evitar inculparse
Rajoy, en una declaración preparada a conciencia, ha evitado ser tan concluyente como cuando compareció hace cuatro años en el Senado y negó la contabilidad b. Ante el Tribunal ha dicho que “jamás” conoció de su existencia, o que tampoco tuvo conocimiento de que el PP percibiera donativos ilegales para financiarse. Un paso en falso en su declaración como testigo al respecto, puede conllevarle consecuencias serias si se demuestran estos aspectos en una sentencia firme.
También ha dicho que “sabía” que se estaban ejecutando obras en la sede central del PP, pero de nuevo ha alegado desconocimiento respecto a que fueron pagadas con 1,5 millones de euros en negro, tal y como ha acreditado la Agencia Tributaria. De nuevo ha empleado el argumento de que “solo” se dedica a la política.
Se jacta de “cortar” con Correa pero la trama siguió con el PP
El ciudadano Rajoy ha aseverado que no tenía relación con el líder de la Gürtel, Francisco Correa, y a modo de aquel “yo destapé la Gürtel” de Esperanza Aguirre, ha manifestado que fue él quien “cortó” con el cabecilla de la trama al echarle del PP “a finales de 2004” al ser advertido por el tesorero de que estaba utilizando el nombre del PP “en municipios de Madrid” para sacar provecho.
Pero sus explicaciones sobre cómo lo dijo y a quién, y el interés porque se cumplieran sus órdenes, han sido difusas. Y además, no se compadecen con la realidad, porque el PP no cortó realmente con Correa en 2004 como dice Rajoy, sino cuando la justicia le obligó a cortar con la trama al desarticularla en 2009. De hecho, la Gürtel siguió contratando con el PP nacional y con Madrid y Valencia.
Además, asegura Rajoy que se lo dijo al tesorero Lapuerta, que era el encargado de ejecutar la orden. Entonces, ¿por qué Lapuerta autorizó, junto a su secretario general, Ángel Acebes, que Francisco Correa organizara parte del congreso nacional del PP de 2008, el de la reelección de Rajoy, cuatro años después de que supuestamente el propio Rajoy le ordenara echarle?
Los SMS del presidente al imputado Bárcenas
Uno de los peores momentos para el presidente del Gobierno ha sido cuando el abogado del partido socialista madrileño, Wilfredo Jurado, le ha afeado los sms enviados a Bárcenas. Mensajes de texto como aquel “Luis sé fuerte, hacemos lo que podemos”, remitido en enero de 2013 por un presidente del Gobierno a un imputado en una trama de corrupción, cuando además ya se sabía que ocultaba una fortuna de 48.2 millones de euros en Suiza sin declarar a Hacienda. Rajoy ha manifestado que no quiso decir nada especial con ese “hacemos lo que podemos”. Que dijo aquella frase “como pude decir otra”, y que al final no hizo nada. “Esa frase significa que hacemos lo que podemos y no hicimos nada que pudiera perjudicar a ningún proceso”, ha dicho el presidente.
El sueldo en diferido
Mariano Rajoy también ha reconocido aquella reunión en 2010, cuando pactaron el supuesto despido en diferido de Bárcenas, con un salario de más de 200.000 euros anuales. Ha admitido que le dieron coche y oficina, y ha añadido que aquella reunión con Bárcenas era solo un cónclave con una persona que había dejado de ser militante del PP. Pero esto no es cierto. Bárcenas siguió siendo afiliado del PP y pagando su cuota cada mes hasta abril de 2013. Tres años más. Casi a punto de entrar en prisión.
La ausencia de Bárcenas y la actitud de su abogado
De entre todos los acusados, Rajoy solo se ha cruzado con el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, único en asistir al juicio. No ha ido Bárcenas para evitar ser de nuevo “el foco mediático”, según su entorno. Su abogado ha insistido en interrumpir las preguntas sobre la caja b, como viene haciendo durante todo el procedimiento, porque entiende que hablar del contenido de esa causa ahora, cuando tiene que juzgarse el año que viene, establece prejuicios en el tribunal sobre su defendido y puede contaminar a la Sala, lo que incluso puede ser motivo de recusación.
Por su parte, el presidente del Tribunal, Ángel Hurtado, ha considerado impertinentes varias preguntas de los letrados, entre ellas algunas sobre la caja b del PP en la línea mostrada a lo largo del procedimiento, cuando ha considerado que resultaban capciosas o reiterativas.