El escrutinio final de los votos de las elecciones alemanas confirma la victoria del bloque conservador liderado por la canciller, Angela Merkel, con un importante retroceso, y el estreno del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el Parlamento como tercera fuerza por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Según los datos difundidos por la Oficina electoral federal, todavía provisionales, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) obtuvieron un 33% de los votos, una caída de 8,5 puntos respecto a hace cuatro años y su segundo peor resultado tras el 31%de 1949. Tras conocer los resultados, Merkel admitió que deseaba un resultado mejor y que luchará para «recuperar» al elector de la ultraderecha. El Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por Martin Schulz, cayó al 20,5%, más de cinco puntos por debajo de las anteriores generales y el peor resultado de la historia de la formación. Schulz reconoció su derrota y habló de un día «difícil y amargo para la socialdemocracia». El socialdemócrata descartó volver a gobernar en coalición con la CDU y situó a su partido al frente de la oposición, tras cuatro años gobernando con los de Angela Merkel. AfD, que en los comicios de 2013 quedó fuera del Bundestag (cámara baja) al no alcanzar por unas décimas el mínimo necesario del 5% de los sufragios, se hizo este domingo con el 12,6%, con lo que la ultraderecha logra entrar en el Parlamento alemán por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. El Partido Liberal (FDP), formación tradicionalmente bisagra en Alemania que hace cuatro años tampoco alcanzó el listón exigido, regresa a la cámara con el apoyo del 10,7% de los votantes. La Izquierda obtuvo un 9,2% de los votos, seis décimas más que en 2013, mientras que los Verdes lograron el 8,9%, medio punto más que los anteriores comicios. De acuerdo con la ley electoral, tras escrutarse todos los primeros votos -directo a un candidato- y los segundos -a listas de partidos- el Parlamento se ampliará de los 631 escaños de la pasada legislatura a 709, la mayor cifra hasta el momento. Un gobierno con mayoría parlamentaria exigiría la reedición de la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas que lideró Merkel en la pasada legislatura, pero que Schulz rechazó anoche; o la formación de un tripartito entre las filas de la canciller, los liberales y los verdes. Se trata de una alianza inédita a nivel federal y las negociaciones serán difíciles ante las diferencias programáticas de los dos partidos minoritarios, pero Merkel confió anoche en contar con un gobierno antes de Navidad. La participación en estas generales, según los datos de la Oficina electoral federal, se situó en el 76,2%, frente al 71,5% de 2013.