Felipe VI: "El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión"
Felipe VI insta a las formaciones políticas tras el 21-D a encontrar un camino que no vuelva a enfrentar a la sociedad catalana
Cataluña no monopoliza el discurso, que integra dos de los temas que dejó fuera como la corrupción y la violencia de género
Madrid
El desafío independentista y las elecciones de hace tres días en Cataluña han marcado gran parte del tradicional mensaje de Navidad del rey Felipe VI, que ha incluido temas que no estuvieron presentes el año anterior como la corrupción y que ha finalizado con un alegato en favor de las víctimas de violencia machista. En su cuarto mensaje al país, el monarca apenas ha tardado 30 segundos en pronunciar la palabra Cataluña, tema que ha retomado posteriormente con un mensaje integrador.
"2017 ha sido en España, sin duda, un año difícil nuestra vida en común; un año marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña", ha comenzado Felipe VI, que antes de centrarse en el escenario político catalán ha destacado el arraigo de una serie de valores en la sociedad española durante los 40 años de democracia en España.
El rey ha apuntado que el asentamiento del régimen democrático en España "ha sido posible gracias a una España abierta y solidaria, no encerrada en sí misma; una España que reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad, con un espíritu integrador; una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia" e incluso ha reconocido que en ese camino "no han sido todo aciertos" y que "persisten situaciones difíciles que requieren el compromiso de toda la sociedad".
"España es hoy una democracia madura, donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y con y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas; pero no imponer ideas propias frente a los derechos de los demás", ha recordado el rey antes de valorar la situación política en Cataluñatras el 21-D.
Respecto al escenario político que abre el 21-D, el rey ha pedido a las formaciones políticas no volver de nuevo "al enfrentamiento o a la exclusión". "El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión, que –como ya sabemos– solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y –por supuesto– económico de la sociedad", ha afirmado Felipe VI, que ha pedido que se trabaje en una vía que debe conducir "a la convivencia en el seno de la sociedad catalana".
"Que las ideas no distancien ni separen a las familias o a los amigos", ha aseverado el monarca, que ha abogado por la búsqueda de "un camino que debe conducir también a que renazcan la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña".
Terrorismo, corrupción y violencia machista
Además de sobre Cataluña, Felipe VI también ha aprovechado su tradicional mensaje navideño para abordar otras cuestiones. La inmediatamente siguiente ha sido la recuperación económica. Pese a que el rey ha dicho que la economía y el empleo han "mejorado sustancialmente", ha insistido en que sigue siendo muy necesaria la creación de empleos estables que permitan hacer frente a "la desigualdad y las diferencias sociales".
También se ha detenido sobre el terrorismo yihadista, con mención especial para las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. "Los españoles sabemos muy bien que solo desde la unidad democrática, la firmeza del Estado de Derecho y la eficacia de la cooperación internacional podremos vencerlo y derrotarlo. Y así lo haremos, siempre teniendo muy presentes en el recuerdo y respeto permanente a sus víctimas".
Ha habido palabras para la corrupción –para que la he pedido su "completa erradicación"–, los retos de Europa y la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático –"cuyos efectos ya estamos sufriendo", en referencia a la sequía–, pero el alegato final ha sido para las mujeres víctimas de violencia de género.
"Esta noche no quiero olvidarme de las mujeres que, en un silencio tantas veces impuesto por el miedo, sufren la violencia de género. Una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna", ha sentenciado el rey, que se ha despedido de los españoles en castellano, euskera, catalán y gallego.