Unanimidad para implantar el PSOE de Pedro Sánchez

Madrid

Unanimidad. Nadie ha rechazado el modelo de partido que Pedro Sánchez ha implantado en el PSOE a través de un reglamento de casi 500 artículos, aunque sus principales detractores, como los representantes de la dirección andaluza, no se han quedado hasta el momento de la votación. Ninguna voz contraria al líder socialista en la reunión a puerta cerrada del Comité Federal. Los dirigentes de las principales federaciones, los que en su día se enfrentaron a Pedro Sánchez en las primarias, que son los que gobierna en sus territorios, han evitado tomar la palabra para discutir sobre las normas interna o incluso sobre la actualidad política española. No ha habido debate sobre nada, solo aplausos e intervenciones de secretarios generales afines a Pedro Sánchez. Para muchos, todo un indicador de que la normalización de la vida interna del PSOE sigue pendiente.

Si en el anterior mandato hablaban todos los presidentes autonómicos, empezando por Susana Díaz, que este sábado ni siquiera ha asistido, en esta convocatoria han optado por guardar silencio. El castellanomanchego Emiliano García-Page advertía que después del “espectáculo” que dio el PSOE el año pasado ahora hay que preocuparse de las cosas que interesan a los ciudadanos, una vez dirimidas las diferencias en el 39 Congreso. Javier Lambán, su homólogo en Aragón, evitaba tocar temas sensibles a primera hora de la mañana (negaba que el PSOE se haya “podemizado” con estas nuevas normas), aunque ha sido el único que, cuando se marchaba, también antes de la votación, sí que ha lanzado una advertencia al reforzado Pedro Sánchez: los liderazgos, ha dicho en declaraciones a los medios, se confirman en las urnas cuando se pronuncian los votantes.

Era su respuesta al secretario general, que ha arrancado la jornada haciendo una loa a la militancia, llamando al partido a “prestigiarla” y sentenciando que “un PSOE cercano a la militancia es un PSOE cercano a los votantes”. A partir de ahí y una vez implantadas las normas internas, Sánchez pretende que este 2018 le sirva para proyectar al partido hacia el exterior, poniendo rumbo a las citas electorales de 2019 en las que, según sus pronósticos, el PSOE será la primera fuerza política.

El calendario dice que la primera convocatoria electoral será la de Andalucía y llama la atención que, en este escenario, ningún dirigente de esta federación, la principal, haya querido posicionar al PSOE andaluz en el principal órgano del partido entre congresos, el comité federal que, con las nuevas normas internas, pierde relevancia frente a la Ejecutiva Federal, integrada solo por dirigentes cercanos al secretario general. La cúpula federal se reserva competencias en casi todos los ámbitos del partido, con facultad para intervenir en las federaciones en caso de necesidad. ¿Es un modelo menos federal que el que tenía el PSOE? El principal defensor del federalismo en las filas socialistas, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, considera que lo importante no es esto sino que el socialista es hoy un partido más democrático. Y es que los militantes también cobran protagonismo en el nuevo modelo en el que tendrán la última palabra sobre los pactos. Según Pedro Sánchez, hoy el PSOE da un “salto de gigante” en democracia interna y regeneración frente a un PP acusado de financiarse irregularmente y un partido, Ciudadanos, que lo sostiene.

A Pablo Iglesias, diana de todos sus dardos en el pasado, lo ha ignorado Sánchez en su discurso, en el que también ha pasado de puntillas por Cataluña. A puerta cerrada sí que se ha desmarcado de la decisión del Gobierno de garantizar el castellano en las escuelas catalanas vía 155.

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