Rajoy se vuelve ahora feminista
El presidente desautoriza a Cifuentes y Tejerina por hablar de una huelga a la japonesa: “No me reconozco en esa afirmación”
A dos días de la concentración del 8 de marzo, admite que existen “muchas brechas” entre hombres y mujeres
Madrid
En la Moncloa creen que ya tienen bastantes frentes abiertos como para sumar también el de las mujeres. Dos meses después de las elecciones catalanas, sigue sin formarse Govern, los pensionistas han salido a la calle para protestar por la perdida de poder adquisitivo, Mariano Rajoy quiere presentar los Presupuestos el próximo 23 de marzo... Son demasiados conflictos y, por eso mismo, no pueden permitirse que la huelga del 8 de marzo se convierta en otro torpedo en la línea de flotación del Ejecutivo.
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Hace unos días, el PP distribuyó un argumentario interno en el que tachaba la concentración de "elitista e insolidaria". Además, se señalaba que el 8-M "promueve el enfrentamiento y rompe el modelo de sociedad occidental". En la dirección conservadora muchos consideraron que se había "derrapado" en los calificativos y decidieron reconducir la situación. Así los populares han modulado su discurso. Tanto, que hasta el presidente se ha vuelto ahora feminista.
Es algo que se ha podido comprobar este martes en el Senado, donde Rajoy se ha sensibilizado con el colectivo al reconocer que existen "muchas brechas" entre hombres y mujeres. Es verdad que también ha comentado que las cosas van "mejor" gracias a sus políticas y que ha defendido que la única manera de combatir las desigualdades es creando empleo. Pero en sus palabras se ha detectado un avance respecto a enero. Entonces, en una entrevista en Onda Cero, descartaba regular por ley la equiparación salarial en las empresas. "No nos metamos en eso", respondió zanjando la cuestión.
En estos momentos se aprecia un giro en su discurso y este ha sido evidente cuando se ha empezado a hablar de las camareras de piso. La senadora de Nueva Canarias, María José López Santana, ha relatado en la Cámara Alta las malas condiciones laborales por las que atraviesan y le ha dicho a Rajoy que a ellas les había dolido especialmente que Cristina Cifuentes e Isabel García Tejerina hablaran de hacer una huelga a la japonesa, en la que encima se echan más horas de trabajo.
Entonces, el presidente no ha dudado en desautorizar a sus dos compañeras. Ha enmendado la plana tanto a la presidenta de la Comunidad de Madrid como a la ministra de Agricultura, sin contemplaciones. Y lo ha hecho rechazando de forma contundente su propuesta: "Desde luego no me reconozco en esa afirmación que ha hecho algún miembro de mi partido". Por eso ha señalado que hará cuanto esté en sus manos para responder a las necesidades de 'las kellys' (así denominan a más mujeres que limpian)y se ha comprometido a recibirlas en la Moncloa. "Tiene usted mi palabra".
En cualquier caso ese no ha sido su único gesto. Antes de esa intervención Rajoy se ha enzarzado también con Ander Gil. El portavoz del PSOE ha tratado de sacarle los colores poniendo de manifiesto sus contradicciones. Pero, siete años después de llegar al poder, el jefe del Ejecutivo no ha dudado en recuperar la herencia recibida de José Luis Rodríguez Zapatero, dejando claro que no va a aceptar lecciones de los socialistas: "Tenemos hoy muchos mejores datos. Con absoluta franqueza tienen ustedes un problema y es que su discurso está enfrentado al juez implacable de la realidad".
En el PP muestran ahora "su respeto" por aquellas personas que quieren secundar la huelga. Además, celebrará un acto por el Día Internacional de la Mujer en Logroño, que contará con la presencia de la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Dolors Montserrat. El Gobierno busca un acercamiento de posiciones y no generar más enfrentamientos. "Vamos a mejorar", ha sido su promesa de hoy.