¿Tan mala es 'La verdad' que Telecinco no se atreve a estrenarla?
En CADENA SER ya hemos visto el primer capítulo y esto es lo que pensamos de la serie de Mediaset
Madrid
La verdad ya tendría que llevar cuatro capítulos emitidos en Telecinco. Así hubiera sido si la cadena hubiese cumplido con su palabra estrenado la serie el pasado 14 de febrero, tal y como anunciaron en su momento. Sin embargo, los rifirrafes con la competencia la llevaron a posponer su estreno hasta nuevo aviso.
Más información
Parece que Telecinco no tiene planes a corto plazo para La verdad. Apenas hay anuncios de la serie en televisión y tampoco hay ni rastro de ella en las redes oficiales del grupo desde aquel debut frustrado.
Claramente, estas maniobras denotan desconfianza por parte de la cadena hacia su producto. ¿Pero tan complicado era lanzar La verdad contra la película Palmeras en la nieve? ¿Por qué no ha ocupado el hueco que dejó El accidente en la noche de los martes? ¿Tan mala es la serie para que Telecinco no se atreva a estrenarla?
En CADENA SER ya hemos visto el primer capítulo y, lejos de ser una serie que vaya a hacer historia, La verdad tiene todos los requisitos para cautivar al público potencial de Telecinco.
"La historia arranca cuando nueve años después de desaparecer en extrañas circunstancias siendo una niña, Paula García (Elena Rivera), reaparece convertida en una guapa y enigmática adolescente". Esta es la premisa sobre la que juega La verdad, una hoja de ruta que tiene el claro objetivo de atrapar al espectador a base de mucho suspense. Y lo consigue.
Muchas son las preguntas que te surgen en este primer episodio, incógnitas que ansían una respuesta. Y es que si una ficción de este género no te hace cuestionar todo, mal vamos.
Pero olvídate de ese trillado juego del ratón y el gato. Aquí, buscar al culpable de la desaparición de la niña está en un segundo plano. Lo que realmente importa en La verdad son las intenciones de Paula, un personaje repleto de capas que interpreta magistralmente Elena Rivera.
Sensual, inocente, chiflada, oscura, cariñosa, poderosa...son muchísimas las facetas que muestra Elena a través de este personaje de mil caras. Sobre ella recae todo el peso de la historia y, a pesar de ser su primer papel como absoluta protagonista, la actriz está soberbia. Sin duda, uno de los claros aciertos de La verdad.
No sorprende, en cambio, Lydia Bosch, que vuelve a meterse en el papel de madre angustiada. Ahora bien, a esta mujer el thriller intenso siempre le ha sentado bien y La verdad no es una excepción. Con pinzas hay que coger la actuación de Jon Kortajarena, que aunque le pone ganas, resulta poco creíble como policía implicado en el caso.
Por último hay que destacar que la serie se desarrolla en escenarios naturales, y se agradece aunque no sepan siempre aprovechar esta baza. Más concretamente, hay una escena de una persecución grabada en plena calle con una figuración espontanea. En consecuencia, hay planos en los que aparece gente mirando con cara de circunstancia a la protagonista. Incluso los hay que pasan por allí y no dudan en mirar directamente a cámara.
También desluce mucho que Telecinco haya inyectado bien de luz a una serie como La verdad, ambientada en Santander. Ese paisaje gris y lluvioso que tanto caracteriza al norte no se ve reflejado en esta ficción y es una auténtica lástima porque jugaría a su favor.
No obstante, quitando estos detalles más técnicos y alguna interpretación difícil de digerir, La verdad tiene buena materia prima para conquistar a los espectadores y, lo que es más difícil hoy en día, generar una fidelidad con la serie capítulo a capítulo.