Ciudadanos insiste en que Pilar Barreiro debe abandonar el Senado para apoyar los presupuestos de Rajoy

Madrid

Aunque hay una parte de Ciudadanos que ve la decisión de la Fiscalía como “un pequeño paso” encaminado a un posible acercamiento de posturas con el PP, la dirección del partido de Albert Rivera prefiere “ser cauta”. Las fuentes consultadas insisten a la Cadena SER en que “hay que esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo” para levantar la línea roja más gruesa que pone la formación naranja para apoyar los presupuestos de Rajoy: que Pilar Barreiro abandone su escaño en el Senado por estar imputada en la investigación de la trama Púnica.

“Pilar Barreiro sigue estando imputada”, nos subraya un destacado dirigente de Ciudadanos, que lamenta que la senadora “no se haya ido ya”. Si quieren el apoyo de los diputados naranjas, continúa, debe ser cesada por el propio Rajoy o ella misma debe tomar la decisión de marcharse.

Esta línea dura contrasta en cierta medida con las declaraciones públicas que este jueves ha realizado el secretario de comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo, quien ha asegurado que “no nos movemos de esa línea pero estaremos pendientes a lo que vaya sucediendo en los próximos días pero es una decisión que está en manos del PP”.

Así que poco cambian las cosas para los naranjas que en todo caso mantienen además su lista de exigencias económicas para los presupuestos de este año. En concreto partidas de 8.300 millones de euros ya pre acodadas como la equiparación salarial de policías y guardias civiles con otros cuerpos de seguridad autonómicos, ampliar los permisos de paternidad o una rebaja del IRPF para las familias más desfavorecidas.

Precisamente, un día antes de conocer la decisión de la Fiscalía, la dirección de Ciudadanos mostró su posición más cercana a un apoyo a los presupuestos de 2018 porque Rajoy “recogió el guante” de algunas de sus medidas durante el debate sobre pensiones celebrado este miércoles en el Congreso de los Diputados. Un debate en el que tanto Rajoy como Albert Rivera vislumbraron un posible acuerdo en las cuentas públicas y en el que el PP vió al segundo “muy moderado” por no haber pedido en público la dimisión de Pilar Barreiro.

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