Bruselas y Londres anuncian un acuerdo de transición para el 'brexit'
Barnier, negociador de la UE, y Davis, negociador de Reino de Unido, presentan el documento jurídico que garantiza la cooperación a la espera de un futuro acuerdo comercial
Bruselas
Es “un paso importante”, pero “tan sólo un paso”, ha dicho este lunes Michel Barnier, el negociador europeo, durante la presentación del primer borrador de consenso para el período de “transición” hasta la saluda definitiva del Reino Unido. El anuncio se hace sin fijar un compromiso de negociación sobre el futuro acuerdo que deberá regular las relaciones entre las dos partes una vez finalizado este periodo.
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Pese a que el plazo acordado (que se fijó en 21 meses, a contar desde el 29 de marzo del 2019, a petición de Theresa May), no parece excesivo Bruselas confía en que sea suficiente para concretar qué tipo de relación futura se desea establecer y para poder pactar alguna escenario que impida la ruptura de relaciones.
El acuerdo anunciado este lunes no aborda este asunto y se centra en el documento jurídico que servirá como referencia a los jefes de gobierno de los Estados miembros en el Consejo de esta semana. El texto presentado ante los medios de comunicación incluye el uso de distintos colores para tratar de facilitar su comprensión: el verde para el acuerdo, el amarillo para el desacuerdo y el blanco con las propuestas originales que defiende el equipo europeo.
“Acepto que no es muy claro”, ha dicho un Michel Barnier sonriente, porque frente la opacidad que caracterizan muchas negociaciones, él desde el primer momento pone en la web todos los documentos para evitar que la prensa británica, especialista en filtraciones, pueda ganarle esta batalla.
En la práctica, el Reino Unido perderá con el brexit a todos sus representantes políticos en las Instituciones de la Unión Europea aunque mientras dure el periodo de transición seguirá en el mercado único con los mismos derechos y obligaciones. Durante ese tiempo Londres podrá abrir negociaciones comerciales con países terceros, algo que no es posible de forma bilateral para los miembros del proyecto europeo. A cambio de esa cesión comercial, la UE garantiza los derechos de los ciudadanos comunitarios que podrán obtener el estatus de “derechos británicos” incluso si llegan al Reino Unido después del brexit y dentro del periodo transitorio.
Sigue pendiente una solución definitiva para el problema de la frontera irlandesa, donde no hay de momento ningún acuerdo firme que resuelva la cuestión de los dos territoritos, el del norte perteneciente a Reino Unido, y el del sur como Estado miembro de la Unión Europea.
En cuanto a Gibraltar, España se garantizó un derecho de “veto” para después del brexit, a cambio de dejar fuera de la negociación actual la cuestión del Peñón. El derecho español fue presentado como la garantía de que Gibraltar quedaría exento de los pactos postbrexit sino pactaba su futuro con España. Sin embargo, el primer pacto postbrexit es justamente éste, el de la “transición”, etapa en la que según el negociador británico David Davis, “el acuerdo jurídico se aplicará también a Gibraltar porque es válido para todo el territorio británico”.
Una declaración que no ha sido cuestionada por el negociador de la UE aunque Barnier, ha precisado que “España cuenta en esta cuestión con el apoyo del resto de países de la Unión”. Un tema que debe clarificar el ministro español Alfonso Dastis en su comparecencia, tras la reunión de ministros de exteriores aunque fuentes cercanas a su delegación han dicho ya a la SER que el compromiso obtenido por España, sigue en vigor, y los acuerdos de la transición sólo serán aplicables a Gibraltar si hay un pacto específico entre el gobierno británico y el español.