El PP no quiere a Cifuentes ni como diputada autonómica
Creen que daña la imagen del partido y esperan que termine renunciando
En las filas populares temen no recuperarse y perder Madrid en 2019. Pero en Génova recuerdan que queda un año y depende de la candidatura. Algunos ya miran hacia Soraya Sáenz de Santamaría
A muchos dirigentes les preocupa “la decadencia” del PP
Madrid
En Génova no contemplan que Cristina Cifuentes siga siendo presidenta del PP de Madrid. Aunque dicen que van a ir por partes. Primero toca resolver el tema de la Comunidad y luego abordar el de la formación regional. De todos modos muchos piensan que lo mejor para el partido sería una gestora. Hay incluso quien ve ya al frente a Juan Carlos Vera, un dirigente popular que ha controlado varias. De ese modo dejarían bien claro quién manda y ganarían tiempo.
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Aunque ahora mismo lo que más preocupa en el PP es que Cifuentes siga siendo diputada autonómica. El coordinador general de los conservadores, Fernando Martínez Maillo, ha señalado que ella lo ha pedido y le parecía algo “legítimo y normal”. Pero sus compañeros no opinan lo mismo. No la quieren en la Asamblea madrileña. Sostienen que daña la imagen de su partido. Esperan que “se desplome” y termine renunciando al escaño. Y se mantiene, comentan que ya llegará el momento de elaborar las listas y no la incluirán en ellas.
En las filas populares están muy afectados por todo lo ocurrido. Hablan de “decadencia” en el PP. Consideran que lo sucedido les va a pasar una gran factura. Temen perder Madrid en las eleciones de 2019 y que esta situación, por contagio, les arrastre hacia el abismo en todos los territorios.
En la sede nacional tratan de calmar los ánimos. Recuerdan que un año en política es una eternidad y que el resultado dependerá mucho de quién sea el candidato. El exministro José Manuel García Margallo ha apuntado este jueves el nombre de Soraya Sáenz de Santamaría. Algo muy comentado entre los diputados. Algunos parlamentarios creen que lo ha hecho porque quien fuera titular de Exteriores tiene mucha manía a la vicepresidenta. Pero otros, tras detenerse a pensar en ello, admiten que les parecería “una buena solución”.