'Vivamos como galegos': Gadis recurre a las meigas para que aprendamos a valorar "lo nuestro"
Los supermercados Gadis vuelven con un nuevo anuncio de la saga 'Vivamos como galegos'
Madrid
En 2009, la cadena de supermercados de origen gallego Gadis presentaba un anuncio de televisión mediante el que instaba a sus potenciales clientes a vivir como gallegos. Tras su éxito, la compañía inició una serie de spots publicitarios, que se dedica a hacer crecer el orgullo de pertenecer a Galicia. Desde el ya clásico 'se chove, que chova' hasta el 'Por un futuro a galega'.
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En esta ocasión, Gadis nos presenta 'A Maxia do Noso'. Una historia, protagonizada por un niño que vive pegado a un teléfono móvil, que recibe la visita de un grupo de meigas para que aprenda a valorar lo que tiene a su alrededor. A pesar de vivir en un mundo globalizado dominado por la tecnología, las brujas recurren a algunos de los signos más característicos de la cultura gallega con el objetivo de convencer al joven para que reivindique su orgullo gallego.
Las consecuencias de un mundo globalizado
El anuncio comienza con el abuelo del niño explicando la diferencia entre "repugnante" y "repunante". Todo ello para dar a conocer que su nieto se estaba convirtiendo en lo segundo debido a su obsesión por el teléfono móvil o la pizza. Un síntoma de una sociedad globalizada que está provocando que el joven reniegue de "lo suyo". Con el objetivo de revertir la situación, el abuelo le regala a su nieto un libro del que salen unas meigas buenas.
Unas meigas que demuestran al niño las bondades de todo aquello de lo que le rodea. Desde expresiones míticas como 'Malo será' o 'se chove, que chova' hasta el sentimiento de la morriña o incluso la capacidad de los gallegos de poder aguantar un baño en el Atlántico a pesar de las bajas temperaturas: "'¡Todo es cosa de meigas!"
"¡Yo creo en lo nuestro!"
Después de enseñarle al joven 'Repunantiño' a valorar "lo suyo", una de las meigas se evapora ante la atónita mirada del niño. Acto seguido, otra de las brujas le explica al joven que una meiga desaparece cada vez que alguien deja de creer en sus orígenes gallegos. Por esa misma razón, la meiga le pide al niño que nunca deje de creer en lo suyo.
Tras comprender la importancia de preservar sus raíces, una niña le cuenta al protagonista de la historia su plan para reivindicar el orgullo de ser gallego. Segundos más tarde, ambos se suben a una torre e instan al resto del pueblo a creer en sus orígenes: "Disfrutemos de la magia de una tierra en la que quepamos todos". Todo ello para acabar con el ya clásico 'Vivamos como galegos'.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...