La semana en la que los Mossos dijeron las palabras mágicas
Dos testimonios conectan por primera vez, en boca de Carles Puigdemont, la violencia y la independencia
Los guardias civiles combaten el relato de las defensas sobre los disturbios del 1-O
Madrid
Por primera vez en casi treinta sesiones de juicio al procés independentista varios testigos han apuntado la conexión entre dos elementos que cimentan la acusación por rebelión de la Fiscalía: la independencia y la violencia. Dos altos mandos de Mossos d'Esquadra han revelado que Carles Puigdemont verbalizó su intención de declarar la independencia si la violencia se desataba en las calles de Catalunya durante el referéndum ilegal.
Una revelación inédita hasta ahora realizada primero por Ferrán López y un día después por Joan Carles Molinero. Ni ellos en sus respectivas declaraciones en fase de instrucción ni los otros seis asistentes a esa reunión el 28 de septiembre en el Palau de la Generalitat habían revelado la frase del president que cerró la infructuosa reunión entre Govern y Mossos.
Son testimonios que conectan los disturbios con la independencia pero ahora los jueces tendrán que examinar el conjunto de los cientos de pruebas de este proceso para decidir si existía o no ese vínculo entre la proclamación de la república catalana y la instrumentalización de la población como fuerza de choque para doblar el brazo al Estado.
Todos los asistentes a esa reunión ya han declarado en este juicio, a excepción del supuesto autor de la frase, Carles Puigdemont.
Pasividad de los Mossos
Nuevos testimonios de perfil policial han acusado a los Mossos d'Esquadra - frente a lo que defienden los mandos de la policía autonómica - de haber tenido una actitud pasiva a lo largo de la jornada del referéndum ilegal. Al margen de agentes que aseguran haber presenciado esa actitud pasiva, el entonces comisario jefe de la brigada de Información de la Jefatura Superior de Catalunya llegó a revelar que los Mossos negaron refuerzos a sus propios agentes cuando solicitaban ayuda.
Este comisario, sin especificar dónde sucedieron los hechos, explicó que un binomio de Mossos d'Esquadra solicitó ayuda a la central a las ocho y media de la mañana cuando intentaron intervenir cuatro urnas que detectaron en un coche, obteniendo el silencio como respuesta. "No obtuvieron respuesta, no obtuvieron apoyo de sus compañeros" y se fueron de allí cuando ya les rodeaban más de cien personas.
La otra mitad del 1-O
Varias decenas de agentes de la Guardia Civil han relatado a lo largo de ésta semana cómo vivieron la jornada del 1-O haciendo frente al relato que las defensas han hecho de esa jornada. No han negado, como preguntan continuamente los abogados, que las personas concentradas en centros de votación levantasen las manos y gritasen "som gent de pau", pero puntualizando: "Había gente que levantaba las manos y me daban patadas por debajo", explicó un agente que estuvo en Dosrius (Barcelona). "Gente que había visto golpear guardias civiles luego nos gritaba a la cara que era gente de pau", dijo otro.
En un juicio trufado con elementos de otras causas, varios de los agentes han reconocido que están siendo investigados por juzgados catalanes que indagan en los posibles excesos policiales de la jornada. Las defensas consideran que varios de los testimonios de estos guardias civiles no se corresponden con los vídeos que ellos mismos grabaron con las cámaras de sus cascos.