Por qué 'Dabiz' Muñoz cuece la pasta con aceite de oliva (en contra de lo que dicen los italianos)
El chef de Diverxo ha compartido una receta de pasta inspirada en los bocadillos que le hacía su padre
MADRID
Aunque nadie duda de su talento, 'Dabiz' Muñoz se ha granjeado cierta fama de enfant terrible. Pero nunca por detalles tan cotidianos como el que ha mostrado este lunes en la receta de la Pasta Agus, un plato dedicado a su padre que ha querido compartir con sus seguidores de Instagram y en el que combina una pasta seca, estilo rigatoni, con una salsa hecha a base de tomate crudo triturado, vino, chiles picantes, queso parmesano y chicharrones salteados.
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"Cuando yo era pequeño mi padre me hacía un sándwich con chicharrones de cerdo sofrititos y una salsa picante que estaba de la leche", ha explicado el chef.
Durante la explicación de la receta paso a paso, Muñoz ha insistido en la importancia de no endulzar la salsa para mantener el máximo de acidez y, al mismo tiempo, ha recordado que lo ideal es que resulte muy picante, motivo por el cual ha optado por no retirar las semillas del chile empleado.
Pero a la hora de cocer la pasta, el chef de Diverxo ha explicado que le echaba al agua un chorro de aceite de oliva, no para evitar que la pasta se pegue, "como piensa todo el mundo", sino para impedir que se forme una espuma que haga rebosar el agua. "Esto hace que se cree una peliculita", ha explicado el chef.
El truco para que no se pegue
Para evitar que la pasta se pegue, en realidad, lo más recomendable es utilizar una gran cantidad de agua. Muchos cocineros italianos han explicado, de hecho, que cocer la pasta con aceite puede impedir una correcta cocción o incluso hacer que la grasa se adhiera a la pasta, modificando sus propiedades de sabor y textura.
A juzgar por la apariencia del vídeo, de todas formas, el resultado de la pasta preparada por el chef de Diverxo parece bastante satisfactorio. El chef señala que el objetivo era crear una especie de estofado de tomate y chicharrón, como si fuera un ragut, para posteriormente añadir mantequila, (mucho) parmesano y (mucha) pimienta.
Al acabar el plato y degustarlo, de hecho, se le ve gemir con los ojos cerrados durante varios segundos, justo antes de empezar a gritar, casi en estado de trance, "¡la mamma, la pasta, el Agus, qué bueno!".