Falsarius Chef

A vivir que son dos días

EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

¿Por qué extraña razón los trajes de baño encogen de un año para otro? No es normal. Te preparas para ir a la playa, sacas el traje de baño que el año pasado te estaba holgadillo, te lo pones y, oh misterios de las artes textiles, ya no te cabe

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

Claro, qué cachondo. Con la que está cayendo y ponte tú a hacer un bizcocho de esos que hacían las abuelas, batiendo huevos como locas y peleándose con un horno ardiente. Nada puede apetecer menos en días de bochornazo como estos que estamos teniendo.

Los Rolling molan. Ahora la gente dice que son unos vejestorios, y es posible que sea verdad, pero es curioso cómo ha ido evolucionando mi relación con ese asunto de la edad.

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

Lo primero dar las gracias a todos los que el fin de semana anterior pasaron por la Feria del Libro de Madrid a saludarme y a que les dedicara el libro que acabo de sacar. Fuisteis un montón y de verdad que os lo agradezco mucho.

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

El otro día Xavi, un seguidor del blog, me mandó la receta de unas tortas de anís. Oye, y fue leer lo de "anís" y me vinieron a la cabeza un montón de recuerdos. Y de repente me encontré preguntándome ¿qué fue del anís?, ¿en qué momento desapareció de mi vida?

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

Al principio de los tiempos las madres no existían. Y es que Dios por lo visto, así de entrada, había pensado en algo más práctico. En vez de un embarazo, un parto y todos esos líos (que entonces no había Seguridad Social ni cosas parecidas...

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

Este país tiene un problema. O igual dos. Pero vamos, que tampoco es cosa de ponerse en plan pesimista. Y creo yo que todo empieza por cómo llamamos al presidente del país. Tú ves Estados Unidos, y están todo el rato con mr. President para aquí, mr. President para allá.

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Qué cabreo. Atento siempre al hilo de la actualidad, mi receta de hoy iba a ser algo con elefante. No sé, solomillos de elefante al horno, carpaccio de trompa, criadillas de elefante rebozadas o muslitos de elefante en pepitoria, que era lo que más me apetecía.

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS

Estaba pensando yo que qué mala pata tiene cuando la Semana Santa se mete ya tanto en abril. No son manías, es que tenemos la operación bikini a la vuelta de la esquina, y el atracón de potajes, torrijas, buñuelos y demás delicias, lo haces ya con culpabilidad, pensando en esa lorza semanasantera que se te desparramará sobre la cinturilla del traje de baño de forma ostentosa y acusadora

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Ya estamos otra vez con el día del Padre a cuestas y anda la gente como loca buscando por ahí regalos para su progenitor. Que no sé yo para qué tanto darle vueltas, si al final les vas a acabar comprando una corbata como siempre.

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Con todos mis respetos al Madrid Fusión (que este año les tengo enchufe porque han tenido la inteligente idea de seleccionar mi novela "Fabada a muerte en Cocina Fusión" para incluirla en el regalo que la organización hace a los colaboradores del evento), pues eso, que con todos mis respetos me parece que están teniendo un olvido imperdonable.

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EL SOUFFLÉ DE FALSARIUS CHEF

Raquel López Aragón, es riojana, residente en Madrid. Es consultora en paro y nos ha preparado un exquisito pastel "exculpatorio"

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Las comidas navideñas son una cosa muy curiosa ya de por sí. Intrínsecamente, digamos. Porque así visto desde fuera juntar a una familia con los mayores, los más jóvenes, los abuelos, las cuñadas y cuñados, los niños, cada uno con sus manías, sus ideologías políticas, sus costumbres y su equipo de fútbol favorito y no siempre coincidente, es una cosa bastante arriesgada.

Ya tenemos la navidad a la vuelta de la esquina, aunque este año parece que se nota menos. Igual es por la pertinaz austeridad económica que se nos echa encima, en plan espíritu de mr. Scrooge, ese señor malo que odiaba la navidad en el cuento de Dickens