El asombroso caso de un embajador muy listo
¿Cómo es posible que legisladores que votan leyes tengan intereses económicos concretos en esas mismas áreas? ¿Cómo es posible que un embajador tenga una empresa familiar que se dedica a cobrar comisiones por negocios en el extranjero?
El asombroso caso de un embajador muy listo
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Madrid
El caso del embajador y del diputado que tienen un negocio a medias como mediadores de empresas españolas en el extranjero no es un caso de puertas giratorias, sino de incompatibilidad. O mejor dicho, de la ineficacia de las incompatibilidades que fijan los reglamentos del Congreso y del ministerio de Exteriores. No convendría mezclar las dos cosas. Estos dos individuos en cuestión, Gustavo de Arístegui y Pedro Gómez de la Serna, son miembros del PP y los dos son, o han sido, diputados de ese partido. Gómez de la Serna lo sigue siendo y Arístegui lo fue de 2004 a 2011 para pasar después a ser embajador. Los dos tienen una sociedad que se dedica a buscar negocios en el extranjero y a cobrar muy buenas comisiones por ello. Los dos afirman que, como diputados, declararon la existencia de esa empresa en el Congreso. El señor Arístegui asegura que, desde que es embajador, la empresa la lleva ahora su hijo, que es un joven muy listo. Tan listo como su padre.
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Si tuvieran razón y la Fiscalía Anticorrupción encontrara que, finalmente y según las leyes actuales no existe delito, lo que está claro es que el nuevo Parlamento debería cambiarlas. ¿Cómo es posible que legisladores que votan leyes tengan intereses económicos concretos en esas mismas áreas? ¿Cómo es posible que un embajador tenga una empresa familiar que se dedica a cobrar comisiones por negocios en el extranjero? La cuestión es que en este país esas cosas son posibles y que lo hacen delante de nuestras narices, como si fuera normal. Pero no hay forma de que los ciudadanos se traguen algo así. Una cosa es trabajar para una empresa cinco años después de haber abandonado la actividad política, las famosas puertas giratorias. Y otra muy distinta mezclar tus propios intereses con un trabajo al servicio de la nación. Eso no tiene un pase.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...