El viaje de los refugiados adolescentes, la generación perdida de Siria

Campo de refugiados de Zaatari (Jordania)

Mohamed es el mayor de cuatro hermanos, junto a sus padres salió huyendo de la guerra, de un pueblo turístico del sur de Siria, en 2013. Ahora están en Dleil, en Jordania, a 30 kilómetros de la frontera, allí han llegado 15 mil sirios que conviven con 70.000 jordanos.

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Mohamed se ha adaptado a esta nueva vida, a pesar de que el exilio es muy duro para los cientos de miles de jóvenes, de adolescentes que están dejando su país. A la adolescencia hay que sumarle el desarraigo, la huida, la pérdida de seres queridos... Algunos de sus amigos se quedaron en Siria, otros saben que intentaron ir a Europa, pero no tiene contacto con ninguno.

Ahora además tiene que ser consciente de que es posible que sus sueños no se cumplan "mi sueño es el de cualquier chico joven sirio, que quiere otra vida, que quiere ir a Europa; quiero ser médico, curar a la gente que no tienen recursos" nos dice.

Sin guerra en Siria, Mohamed empezaría la carrera el año que viene en Damasco pero ahora, refugiado en Jordania, no tiene posibilidades de estudiar. Miles de chicos como él se están quedando sin futuro, parados, en un oasis durante más de 5 años y no son solo ellos los que pierden la posibilidad de formarse sino su país, que ya ha perdido toda una generación de profesionales. De miles de médicos, por ejemplo, como quiere ser Mohamed.