Bajen al patio, que ya ven el desastre

Madrid

Para que no cese la historia interminable de los desencuentros socialistas, el PSC optó ayer por decir dos noes. Uno a Rajoy, y otro al Comité Federal del PSOE. Atentos a lo que puede ocurrir, que seguramente, y ojalá, sea nada, una multa y a otra cosa, que no está el patio para mayores enredos. La verdad es que estamos como en las películas que ofrecen las cadenas generalistas, que a mitad de la publicidad ya no sabemos si el chico ha besado a la chica o si el asesino es el calvo.

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No nos acordamos de que tenemos un país imposible, lleno de agujeros por todos lados, con un paro monumental, una deuda gigantesca que supera el 101% del PIB, con Europa apretándonos los machos para que hagamos más recortes -5.500 millones hay que rebajar ya-, y una sanidad y una educación pública que siguen desangrándose por obra y gracia de este gobierno que tanto nos gusta y al que hemos dado cuerda para otros cuatro años. Y eso para no hablar del dinero de las pensiones, esquilmada la hucha por Rajoy, que en 2011 se la encontró a rebosar.

Así que retornen unos y otros de las altísimas discusiones teóricas y pónganse manos a la obra para reparar tanto desaguisado. Eso sí: el fontanero encargado de solucionar el atasco es, precisamente, quien lo ha engordado.