Charlie Hebdo, dos años de un "crimen político"
Francia ha optado por el 'silencio' oficial para conmemorar el segundo aniversario del atentado contra la revista satírica 'Charlie Hebdo', que costó la vida a 12 personas
Madrid
Francia ha optado por el 'silencio' oficial para conmemorar el segundo aniversario del atentado contra la revista satírica 'Charlie Hebdo', que costó la vida a 12 personas. Un portavoz del Ayuntamiento de París justifica la ausencia de actos oficiales por la coincidencia de que este siete de enero -fecha exacta de la masacre- con el Sabbath, festividad semanal de los judíos. Una comunidad que también hace su duelo porque dos días después se produjo, también en la capital francesa, la toma de rehenes en un supermercado kosher que se saldó con la muerte de cuatro clientes además del asaltante, Amedy Coulibaly.
Los periodistas de Charlie cierran este lunes el próximo número tras el especial aparecido el pasado miércoles. En su portada se hacía referencia al terrorismo. Bajo el título '2017, por fin el final del túnel', un hombre mira asustado el ánima del cañón del fusil con el que le apunta un yihadista. En una entrevista a la emisora RTL, su actual director, el dibujante Riss, ha asegurado que "no vamos a renunciar a nuestro oficio. No vamos a renunciar a nuestra pasión. Intentamos que nuestras vidas no se vean dictadas por esta violencia". En el editorial del especial, Riss calificaba de "crimen político" el atentado y reafirmaba la voluntad de continuar con la línea editorial y combatir "con la misma rabia". No obstante, dos antiguos reporteros de la revista: Zineb El Rhazoui y Laurent Léger han lamentado esta semana que "Mahoma no haya vuelto a ser dibujado" y consideran que la revista debería haber desaparecido después del denominado "número de los supervivientes" del que se vendieron siete millones.
En estos dos años, Charlie Hebdo se ha convertido en un referente no sólo en Francia sino en toda Europa, donde vende 100.000 ejemplares semanales frente a los 30.000 que tiraba antes del atentado. A finales del año pasado publicó su edición en Alemania. Este 'éxito' tiene su reverso en la angustia que rodea diariamente a los trabajadores de la revista. La redacción, en la que hay chalecos antibalas, se encuentra en un lugar oculto por medidas de seguridad; algunos de sus redactores permanecen bajo escolta policial y los mensajes de amenaza que reciben diariamente en su página de Facebook son analizados por los servicios antiterroristas.