"Más que una serie feminista es una serie de mujeres que sobreviven"
Charlamos con Ana Fernández y Ana Polvorosa, los dos personajes de 'Las chicas del cable' que encabezan la lucha por la libertad de las mujeres en los años 20
Madrid
Hace poco más de un año y medio aterrizaba Netflix en España. Un desembarco largo y meditado en un país con altos índices de piratería. La plataforma, con su precio razonable, prometía revolucionar el consumo de series y se comprometía en producir ficciones en nuestro país. Por aquel entonces, los máximos responsables de la compañía miraban a jóvenes creadores y se atrevían a deslizar algunos nombres, como el director Carlos Vermut. Pasado un tiempo y analizada la situación con datos en la mano, el gigante prefirió apostar por lo seguro. Encargó su primera serie a Bambú. La productora reunía dos de sus objetivos empresariales: ‘Velvet’ y ‘Gran Hotel’ habían funcionado en el mercado latinoamericano y ambas series podían captar a un público de mediana edad. El nicho más fiel de audiencia que sigue pegado a la televisión lineal.
TELEVISIÓN | ¿Quién arriesga en la ficción española?: 'Las chicas del cable' y 'La casa de papel'
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Con esta estrategia nacieron ‘Las chicas del cable’, otra serie de época que busca cumplir lo que le pidieron: triunfar entre esos segmentos de espectadores. La historia de cuatro telefonistas en 1928 en el centro de Madrid con líos amorosos, un aire feminista y muchos rostros conocidos en ambos lados del charco. Nada de riesgo, nada de innovación. Más de lo mismo. Blanca Suárez, Maggie Civantos, Nadia de Santiago y Ana Fernández encabezan el reparto de una ficción con tramas interesantes sin explotar. La lucha por el voto femenino, la violencia machista, la libertad sexual… Charlamos con Ana Polvorosa y Ana Fernández, los dos personajes que encabezan esa batalla por los derechos de las mujeres en charlas del Lyceum con Victoria Kent.
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¿Cómo está siendo este 'parto' planetario?
Ana Fernández: Si cualquier promoción de una serie o una película te genera un estrés, en este caso más siendo partícipes de este acontecimiento tan pionero en nuestro país y sabiendo que en cualquier rincón del planeta nos van a disfrutar. Estamos muy contentas
Ana Polvorosa: Estamos súper expectantes porque va a llegar a todo el mundo. Es brutal y una novedad para nosotras.
¿Y en el casting os llamaron para estos personajes?
Ana Fernández: A mí se me llamó para hacer prueba para Carlota y ya está
Ana Polvorosa: En mi caso, hice prueba para Sara -el personaje que interpreta- y para Marga. De hecho creo que Nadia de Santiago también lo hizo para ambos personajes
¿Había más presión por ser Netflix? ¿O fue todo decisión de Bambú?
Ana Polvorosa: El casting lo hizo todo Sara Bilbatua, que es la directora de casting de Bambú. Se comentaba que era una serie de Netflix pero no había mucha información. Cuando me dijeron que me habían cogido, ya entonces me enteré de todo el proyecto y lo que suponía.
Ana Fernández: Realmente Netflix a nosotras nos ha dado mucha libertad en todo y cuando le hemos visto presentes físicamente ha sido al terminar la primera temporada del rodaje por todas la fotos que había que hacer de nuestros personajes. Vino el fotógrafo oficial, que había hecho fotos a los de Narcos y a toda esta gente que admiramos. Ahí empezamos a tener más contacto con ellos, le preguntábamos, le dimos la enhorabuena por el cartel de 'Narcos' de Navidad en la Puerta del Sol. Hasta entonces era como un misterio.
Es una serie de contenido feminista -por ejemplo con esa entrada de Blanca Suárez narrando la condición de segunda de la mujer en esa época- pero vista para mujeres del siglo XXI de todo el mundo. Sexualmente puede ser osada por vuestra relación, ¿cómo habéis conectado con esos personajes que podrían ser vuestras bisabuelas? ¿Cómo es ese punte con las mujeres de hoy?
Ana Fernández: Son temas para estar hablando tres horas. Tenemos que resumir mucho y no decir nada incoherente. Más que una serie feminista es una serie de mujeres que sobreviven en una década que ni siquiera es tan mala como las anteriores y las posteriores, con toda la debacle de la II Guerra Mundial y la Guerra Civil, cuando se va todo al traste. Realmente estamos en una década mágica, muy única a nivel estético, político, a nivel de esa revolución en la mujer que va a la par con la revolución en la moda, el voto, las sufragista, las flapper… Hay muchos personajes de mujeres muy inspiradores y en muchos estilos. Cada una como puede sobrevive y rompe sus cadenas. Lo que hacemos en la serie con los diferentes personajes es mostrar un abanico. En ese año 28 podía haber esto y luego hay una parte ficcionada porque sino estaríamos haciendo un documental y no una serie. Las similitudes con las mujeres de ahora son muchas. Lamentablemente es así. Nos hemos sorprendido con cosas, por ejemplo, de cómo se trataban las gestiones del divorcio, si no te cargabas prácticamente a tu marido, no te podías divorciar.
Ana Polvorosa: Si estabas casada, no podías trabajar en la compañía de teléfonos. Tenías que ser viuda o soltera. Hay muchas anécdotas que nos llamaron la atención.
Ana Fernández: Y luego piensas si estamos igual. Hemos evolucionado pero tampoco demasiado
La serie también retrata una cosa importante de la que ahora se habla mucho. Esa sororidad, la unión entre mujeres, no enfrentadas, con un objetivo más o menos común ¿Es importante ese mensaje también para las nuevas generaciones para darse cuenta de que tienen muchos derechos pero que no ha sido fácil? Ha costado mucho y sigue costando…
Ana Fernández: El mensaje es el de concienciar y enseñar. Tiene parte de ficción pero también su parte histórica, momentos con mujeres que existieron de verdad que se sacrificaron y murieron por defender el hecho de que ahora podamos votar y hacer un montón de cosas. La serie está tratada con ese respeto y esa coherencia histórica, y nosotras lo hemos hecho con todo ese cariño y esa admiración. No deja de ser una serie que, a parte de entretener, enseña, a nivel histórico, de vestuario… Mi hermana, por ejemplo, que tiene 21 años, y cuando la vea, pueda saber cómo estaban las mujeres en esa época. Hay una responsabilidad. Cuando trabajas en el mundo artístico y la cultura, tienes que saber muy bien lo que enseñas. Y creo que lo mostramos muy bien
Las mujeres juntas, unidas, ha sido una lucha histórica del feminismo. Los hombres han sabido hacer piña y las mujeres, no ¿Vosotras dais la cara juntas, incluso en el machismo de los medios de comunicación? Hay un ambiente aún en el que a las mujeres se les pregunta desde el paternalismo un poco tonto… Lo digo por lo de Pablo Motos ¿Habéis hablado la responsabilidad de ir juntas?
Ana Polvorosa: Estamos hasta arriba con el tema de la promoción y no hemos tenido mucho tiempo de hablarlo. También estamos rodando, hemos tenido poco tiempo para pararnos a decir, oye chicas, qué pasó y leer todas las críticas
Ana Fernández: Estábamos muy nerviosas porque un directo impone mucho y más cuando estás haciendo de ti misma y no de un personaje. Se pasó toda la primera parte muy deprisa. De hecho, Nadia, me dijo: ‘yo te veía como mirando al decorado, diciendo anda no lo he visto’. Ha sido todo muy rápido. Para el espectador dura más pero para nosotros es un suspiro. De repente se acaba el programa y dices 'dios qué he dicho'.
Nosotras lo que intentábamos era pasarlo bien, expresar de lo que estamos tan orgullosas, de nuestro trabajo, de participar en una serie tan pionera a este nivel, que no ha habido una serie así en España jamás, que se vaya a ver en tantos países, para millones de personas con esta promoción. Esperamos que con todo haya llegado. No hemos tenido tiempo para leer nada, sabemos que ha habido un poco de tal...
Pero también puede verse como una acción vuestra para apoyar la serie. Juntas es mejor…
Ana Polvorosa: Sí, sí. La serie conciencia mucho en ese sentido, en trabajar en equipo, en que nos necesitamos las unas a las otras, en que tenemos que aprender de nuestras compañeras. No tratemos los temas desde un punto de vista individualista, en equipo es todo mejor.
Ana Fernández: Yo me puse un poco individualista cuando me negué a bailar porque no lo hago nunca (risas) Pero mis compañeras que lo saben, me entendían, y ya bailaron ellas, y lo dieron todo para que a mí no se me viera prácticamente
Hablando de paternalismo y machismo, sigue costando la liberación del cuerpo femenino. Ana (Polvorosa) has protagonizado una foto reivindicando la naturalidad de tu cuerpo ¿Cómo ha sido la reacción de la gente, qué has percibido? Vaya paradoja que, en nuestro tiempo, tengas que pixelar unos pezones en Instagram…
Los tuve que pixelar porque me censuraban la foto, pero la puse en Twitter sin pixelar. Y la foto se ha publicado a nivel nacional. La mayoría de comentarios han sido positivos. Los únicos que ha tenido negativos vienen del género masculino. Simplemente fue un acto de valentía por mi parte. Hubo un poco de duda, sabes que vas hacer algo que va a causar una poco revolución. Seré muy feliz y me encontraré muy bien en esta sociedad cuando ponga una fotografía así y no tenga la repercusión que tuvo. Estoy muy orgullosa, me encanta, no es una fotografía sexual, erótica, es súper artística. El fotógrafo es increíble, Javier Biosca, y el reportaje es precioso. Se habla de la historia del desnudo de la mujer y como siempre se ha relacionado con esa cosificación, con esa relación en cuanto a erotismo, a objeto sexual. Tiene un mensaje muy sólido.
Lo bueno de todo es que el feminismo se ha puesto encima de la mesa y vuestra generación está muy empoderada en ese sentido respecto a épocas anteriores. La serie es solo un poco osada, por ejemplo, con la liberación sexual. La relación especial que mantienen vuestros personajes, sin etiquetas, incluso se puede ver una nueva masculinidad ¿cómo ha sido rodar esas escenas? ¿Y es real esa situación en esa época, lo habéis estudiado?
Ana Polvorosa: Eso se veía antes como que eras una persona enferma. Nos lo hemos pasado genial y está tratado desde un punto súper bonito y natural.
Ana Fernández: Está tratado desde el punto de las personas. No desde mujer-mujer o mujer-hombre. No desde una parte sexual, fea y bruta, sino desde la manera en que están rodadas las escenas más pasionales. Nunca me había tocado rodar una escena así y me sentí muy a gusto. Estaba hecho desde ese lado de las películas americanas que ves con tu abuela, que no te va incomodar. Si la fueran a hacer de otra manera, a lo mejor no lo hubiera hecho. Pero nos contaron cómo querían plasmarlo y son escenas muy bonitas.
La serie también trata sobre el espionaje y los pinchazos telefónicos. Vosotros como millennials e Instagramers, ¿tenéis la sensación incómoda de que se os vigila?
Ana Fernández: Sí, nos tienen a todos fichados. Esas letras pequeñas cuando te bajas una aplicación y pinchas en aceptar, y no leemos nada nunca. O te tiras por un puente ahora mismo o lo aceptas.
Ana Polvorosa: Siendo prudente y con cierta discreción a la hora de mostrar ciertas cosas, es lo que hay. Son las nuevas tecnologías y nos tenemos que adaptar a todo lo que está viniendo.