“¿Comer de todo con moderación? A lo mejor es que esos alimentos no son tan sanos”

Madrid

Aitor Sánchez, dietista y nutricionista, presentó Mi dieta ya no cojea en SER Consumidor el pasado domingo. El libro es una forma de continuar y responder a aquel que publicó hace dos años, que comparte título con su blog: Mi dieta cojea. Cuenta con un prólogo de Ferrán Adriá. “Si nos recomiendan que comamos de todo en moderación, a lo mejor es que esos alimentos no son tan sanos”. En su libro “se identifica bien qué alimentos previenen enfermedades y qué alimentos son factores de riesgo”.

El autor también quiere hacernos reflexionar en su obra sobre el recorrido de los procesados: “Hay personas que dan el mensaje de que todo lo procesado es perjudicial para nosotros. Vamos a ver de qué materia prima partimos, vamos a ver cómo la vamos transformando y en qué punto deja de ser saludable. A lo mejor calentar una fruta para una preparación no es ningún problema, pero tomarte una mermelada de esa fruta sí es perjudicial”.

Su libro también busca que el consumidor sea consciente de cómo muchas marcas maquillan mediante la publicidad productos que no son saludables. Sánchez comentó que quiso “analizar sobre qué llamadas de atención la industria alimentaria de algunos productos malsanos quiere que nos centremos, y no vemos el conjunto del producto. Uno de los ejemplos: galletas fuente de fibra o integrales, pues eso es irrelevante. Si miramos los ingredientes veremos que tiene harina refinada, aceite de palma o aceite de girasol, un alto porcentaje de azúcar… ¿Qué más da que haya unas menciones que maquillan el producto si este en conjunto no es saludable?”.

Aitor Sánchez animó también a dejar de asociar una dieta saludable con precios altos: “Hay una falsa creencia, como un dogma, de que la comida que puedes comprar en un mercado es mucho más cara, o que comer saludable implica un gasto extremo, o de que comprar en el mercado es mucho más caro. Lo que en un momento nos puede parecer una genial alternativa barata, como unas salchichas o unas barritas de merluza, ¿qué porcentaje de materia prima nos estamos encontrando?”. En el caso de las salchichas, “te darías cuenta de que estás comprando patata a precio de carne”. Y concluyó con la idea de que con su libro pretende “hacer un acompañamiento” a los lectores, sin decirles qué tienen que comer exactamente, para que la dieta más adecuada para ellos caiga por su propio peso.