Chicote: "¡Soy un tío muy sensible!"

Martes por la mañana. En una hora entrevistamos a Alberto Chicote, la nueva estrella de La Sexta. Le hemos citado en un restaurante de Madrid (Casa Fadrique) para grabar un cuestionario en vídeo [que publicaremos próximamente] y, como es la segunda vez, pedimos ayuda en Twitter: "¿Qué le preguntarías?". El chef de Pesadilla en la Cocina retuitea la llamada de socorro y la respuesta es tan morrocotuda que casi nos quedamos sin cinta... así que, al final, optamos por seguir charlando sin cámaras. Chicote se coloca la grabadora en el bolsillo de su camisa y empezamos a pasear por la Gran Vía madrileña. Un paseo que pone de manifiesto el exponencial aumento de su popularidad: que si una foto por aquí, que si un '¡Chicoteeee!' por allá... Todo con mucho respeto. La gente le felicita. El tipo cae bien.

¿Qué te fastidia más: que te llamen cuqui o o que te llamen nene?

¡Ufff! Sé que Cristina no lo hizo con mala intención pero... Posiblemente, nene.

En un combate de boxeo entre Ramsey y tú ¿quién ganaría?

¡Ramsey, seguro! Es más alto, más fuerte... y tiene cara de mala leche y de encajar mejor los golpes [risas]. ¡Pero me encantaría conocerle! Le preguntaría si ha visto algún programa, qué le ha parecido...

Se han hecho adaptaciones en muchos países: Alemania, Francia, Dinamarca... ¿Te imaginas un congreso de chefs de Pesadilla en la Cocina?

¡Me descojono! ¡¡Qué caras nos pondrían en la puerta del restaurante a donde fuéramos a comer [risas]... Pero no te creas. No en todos los países se da ese tono tan agresivo. El danés, aquí, sería un tipo muy soso. Y allí, en cambio, se tiran de los pelos.

Ansón dice que nos gusta Pesadilla porque en España somos sádicos...

Yo pensaba que me iban a decir: ¡Joder, Alberto, cómo te pasas! ¡No seas tan borde! Pero todo lo contrario. No sabes la de mensajes que recibo pidiendo que le dé más caña...

¿Llegaste a trabajar en un restaurante normal?

¡Claro! Mi primer trabajo fue, estando de prácticas, en un colegio de Villaviciosa de Odón. Dábamos de comer a 1.000 o 1.500 niños. Si no eran tantos, a mí me lo parecía, desde luego. Tenía 17 años... También he estado en restaurantes normales pero no muchos porque, cuando empecé, alguien me dijo que era mejor ir a sitios buenos y ganar poco...

¿Dónde has aprendido más?

En Lúculo. Un restaurante que estaba en la calle Génova, en Madrid. Lo llevaba Ange Garcia. Un tío espectacularmente bueno, muy adelantado a su tiempo, que hacía una cocina bestial.

¿Nunca has pensado en cerrar un restaurante de los que visitas?

¿Pensarlo? ¡Sí, claro! No te diré que en todos... pero en casi todos. Lo que pasa es que, cuando pienso en por qué he ido allí, no me rindo tan fácilmente. Es mi trabajo y lo llevo en la sangre: ha de hacerse bien...

El Castro de Lugo ha acabado cerrando...

Lo siento en el alma peor era difícil de cojones, que se salvara.

¿Haréis algún programa volviendo a los restaurantes?

Supongo que sí porque seguimos la estela del programa de Ramsey y él lo ha hecho...

Se habla mucho de ti, en Twitter...

Me llama la atención que alaben mi paciencia, la verdad. Y también el hecho de haber traspasado lo meramente gastronómico: "Chicote presidente" o "Chicote al Congreso"... ¡Ya ves tú! Supongo que la gente demanda más honestidad y potencia en según qué ámbitos...

Defínete en una palabra.

¡Chicote! Y si fuesen dos: Alberto Chicote.

¿De dónde viene tu amor por los fogones?

Haría hipnosis solo por poder responder esa pregunta... ¡No lo sé! Recuerdo que en una de esas visitas al orientador del colegio, pregunté que había que hacer para ser cocinero y me contestaron que había "una escuela de cocina en Madrid", y otra "de alta cocina" en Suiza. Eso, a mí, me dejó...

Si alguien quiere comer en tu restaurante, ahora mismo no puede hacerlo...

No pero estoy preparando algo. Lo abriremos en 2013. ¡En cuanto pueda! Y en Madrid, seguramente... Siempre he trabajado para otros y me apetece tener, por fin, un local hecho a mi medida...

Pues seguro que te va bien porque te has convertido, con Adrià, Arzak y Arguiñano, en uno de los tres o cuatro cocineros más famosos de España...

Puede ser. La verdad es que la aceptación ha sido muy buena...

En Twitter hay quien sugiere que te pongas a dieta...

¡Ya lo estoy! ¡Me he quitado 10 kilos! Si me ves ahora y en los últimos programas, se nota la diferencia...

¡Anda! ¿Y cómo es la dieta Chicote?

La cosa es sencilla: comer menos de lo que no debes y hacer más ejercicio. Tú sabes perfectamente qué te hace coger peso ¿no? Pues vas... ¡y no te lo comes! A mí me pirra la pastelería, el pan, las chacinas, los quesos grasos... Pero bueno, me las apaño bien. No sé puede tener 43 tacos y un sobrepeso como el mío. Así que ya está: ¡chimpún y a por ello!

Se rumorea que en el programa aparecen actores contratados...

Aquí cada uno dice lo que le sale de las narices. Y es lo fácil: decir que son actores, que lo falseamos... Pero yo he estado ahí y sé lo que vi. Los que dicen eso no estaban ahí.

¿Qué te chivan por el pinganillo?

Lo que está pasando en el restaurante...

¿Te has preparado en casa una lista de frases ingeniosas?

¡Que va! Me salen así... Son frases mías de siempre.

¿Cuántas veces has vomitado en esta temporada?

Solo esa... Pero no te creas, en otras me he quedado con ganas. Y es que por la tele no sientes el olor...

¿Qué te conmueve? En la cocina del Fadrique te he visto emocionado...

¡Se me acaban de poner los pelos de punta! ¿A ti no te parece que una señora que lleva 27 años cocinando... tú no ves el amor con el que hace las cosas? Adora cada filete de pollo y te cuenta lo que está haciendo ¡con un cariño y un gusto! Esa señora se ha levantado muy temprano, le va a dar de comer a 70 personas y, cuando acabe, estará feliz. ¡Yo soy un tío sensible!

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