El hombre de la Décima
El italiano será recordado por la afición blanca como el hombre que logró la Champions League en la final de Lisboa ante el Atlético
Madrid
Carlo Ancelotti llegó a Madrid para renovar el sueño de la Décima. Después de las tres temporadas en las que Mourinho solo pudo llevar al equipo hasta las semifinales, el club blanco decidió apostar por un estilo completamente diferente.
Se iba la mano dura, el guante de hierro –sobre todo en las salas de prensa- y llegaba el hombre afable y conciliador. Pero el equipo de Ancelotti tardó en carburar en la Liga y el Atlético le tomó la delantera. En ese campeonato, el Madrid se mantuvo cerca de la cabeza pero nunca fue el candidato número uno al título.
En la Copa y en la Champios, sin embargo, el Madrid fue avanzando hasta llegar a las dos finales. En la Copa no tuvo rival. Ni siquiera el Atlético le hizo sombra en unas semis que acabaron con un resultado global de 5-0 para los blancos. La final ante el Barcelona pasará a la historia por una acción: la galopada de Gareth Bale con Bartra que supuso el tanto de la victoria (1-2)
En la Champions, el único momento de auténtica dificultad fue el partido de vuelta de los cuartos de final disputado en Dortmund. El Madrid llegaba al choque con una ventaja de 3-0. Los alemanes no solo ganaron 2-0, sino que se tuvieron que ir a casa con la sensación de haber merecido estar en semifinales.
El resto de encuentros fueron resueltos por solvencia por el equipo. Todos menos la final, que se resolvió con el gol de Sergio Ramos en el minuto 93 para forzar una prórroga a la que el Atlético llegó sin gasolina y que acabó con un resultado de 4-1 y la Décima para las vitrinas del Bernabéu.
Un equipo de récord
Ese tanto de Ramos convirtió a Ancelotti en el entrenador de la Décima y le dio los poderes suficientes para seguir un año más al frente del equipo. Pero en su segunda temporada, el Madrid fue un equipo más irregular. Acabó también con dos títulos -Supercopa de Europa y Mundialito-, pero sin Champions. Y eso en el club blanco se paga.
Y eso que hasta el inicio de 2015 el equipo de Ancelotti parecía una apisonadora. Ganó 22 partidos consecutivos, una cífra de récord, pero su racha acabó en Mestalla, donde el Madrid empezó a mostrar unas carencias que arrastró hasta el final de temporada.
El equipo empezó a partirse, sufrió bajas demasiado importantes -sobre todo la de Modric- y la estrella de Cristiano dejó de brillar pese a haber ganado su tercer Balón de Oro. El Atlético apeó a los madridistas de la Copa -y en el partido de Liga del Calderón le hicieron cuatro goles- en octavos de final.
En la Champions, el Madrid se tomó la venganza y eliminó a los rojiblancos en cuartos. Aunque con muchas dificultades y a última hora, cuando Arda Turan vio la segunda amarilla y Chicharito marcó a falta de tres minutos para el minuto 90.
Pero después del Atlético llegó la Juventus, un equipo (otro) que se le atravesó al conjunto de Ancelotti tanto en la ida como en la vuelta y que terminó dejando a los blancos sin opción de viajar a Lisboa para disputar la final ante su eterno rival, el F.C. Barcelona.
Igual que un tanto de Ramos había dado vida a Ancelotti, los dos de Álvaro Morata -uno en Turín y otro en Madrid- en esta semifinal le sentenciaron. No habrá más oportunidades para Carlo Ancelotti. Será otro el técnico encargado de ganar la Undécima.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...