Francisco Granados: "A esos los quiero yo pa' mi pueblo"
El gerente de Waiter Music relata a la SER que el líder de la Púnica le adjudicaba siempre sin concurso público contratos con distintas administraciones, empresas y el Partido Popular. Conciertos de hasta 600.000 euros con la Comunidad de Madrid. La empresa está bajo sospecha por financiar al partido de forma ilegal. Su gerente lo niega
Madrid
Daba lo mismo si era para el Partido Popular, para la Comunidad de Madrid, el metro de la ciudad o el Ayuntamiento de Valdemoro. El supuesto líder de la trama Púnica, Francisco Granados, encargaba siempre a la empresa Waiter Music, y sin que mediara concurso público alguno, la organización de todo tipo de fiestas y eventos. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sospecha que la sociedad pagaba mordidas a cambio e incluso financiaba de forma ilegal al PP de Madrid. El gerente de Waiter Music, José Luis Huerta, lo niega tajante.
Huerta, imputado por el juez Eloy Velasco, reconoce a la Cadena SER que nunca concursó para obtener los contratos y que era Granados quien le llamaba directamente para otorgarle todas las adjudicaciones. Sostiene que Granados le contactó para organizar en 2007 el concierto Night of the Proms para la Comunidad de Madrid. Después de ver un vídeo, el exnúmero dos de Esperanza Aguirre soltó “a esos los quiero yo para la comunidad” y poco le importó, según Huerta, que los artistas costasen “cerca de 600.000 euros”. Concedió 180.000 euros de subvención a Huerta “a través de la Consejería de Transportes”, y cuando el empresario reclamó más dinero porque la venta de entradas era un fracaso, Granados abonó “otros 100.000 desde la Fundación Arpegio, dedicada a la obra pública”. La justicia ha apuntado a la irregularidad de este último pago. Huerta lo admite, pero niega que el abono fuera irreal y sostiene que acabó perdiendo 75.000 euros con aquel concierto en el que participaron Mike Oldfield, Tears for Fears, Gipsy Kings y Ana Torroja, además de un centenar de intérpretes de música clásica.
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Inauguraciones en Metro Madrid con "payasos y paella de cigalas"
Tampoco escapaban al control de Granados, y obedecían su voluntad, las grandes empresas constructoras como FCC, OHL o Sacyr, que casualmente también están involucradas como supuestas donantes de fondos a la caja b del PP que investiga el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional.
Estas empresas resultaron adjudicatarias de las obras del metro en Coslada o Villaverde. En su contrato figuraba que debían organizar la fiesta de inauguración de las terminales del nuevo transporte público. Pero aunque la pagaban, no fueron ellas las que decidieron quién montaría la fiesta, sino de nuevo Francisco Granados. Así lo asegura Huerta a la SER, quien manifiesta que recibió el encargo por medio del número dos del exconsejero, y también imputado en la Púnica, Edelmiro Galván.
El gerente de Waiter Music recuerda "el fiestón" de Villaverde. Fueron "cuatro o cinco días" en las que buscó las actuaciones de "Isabel Pantoja, Rosendo y Medina Azahara". Trajeron "tres autobuses" con "payasos y acróbatas", y repartieron "más de 5.000 camisetas" para una ciudadanía entregada en plena precampaña de aquellas elecciones autonómicas, que degustó "una paella para 2.000 personas" en la que "no faltaron las cigalas". La factura ascendió a "380.000 euros", abonada por las constructoras que se acercaron por el despacho de Waiter Music para liquidar el importe "con un talón". Otro tanto sucedió con el metro de Coslada.
El PP, el Canto del Loco y Julio Iglesias
Huerta, como ya avanzó la SER, también organizó a petición de Granados dos cierres de campaña para el PP de Madrid en el Palacio de los Deportes de la capital en 2007 y 2011 por un total de 80.337 euros, en el que no faltaron mariachis porque eran del gusto de la candidata, Esperanza Aguirre.
El poder de Granados era tal que adjudicaba a Huerta y pedía a los artistas que más le gustaban, fuera cual fuera el precio, para el municipio de Valdemoro cuando ya había dejado de ser alcalde. ¿Que El Canto del Loco estaba de moda? Granados telefoneaba a Huerta y le espetaba "a esos los quiero yo 'pa' mi pueblo". Poco importaba que el caché del grupo fuera de 125.000 euros. Como alcalde ya había dado muestras de que el coste de un concierto no era relevante. Huerta recuerda que una vez le llamó porque quería "a Julio Iglesias 'pal' pueblo". Su precio aquel 1999 era "de 30 millones de pesetas". Julio aprovechó el viaje y firmó cinco conciertos más en municipios de Madrid, lo que provocó que no se vendieran muchas entradas, y Granados obligó al cantante a rebajar su caché en Valdemoro hasta los 10 millones de pesetas.
El negocio estaba en los pueblos
El negocio de Waiter Music estaba en los pueblos madrileños. En el municipio de Granados, en solo un decenio, obtuvo contratos por 8.1 millones de euros. Pero no fue el único. En Aranjuez alcanzó los 715.000 euros en cuatro años con el PP; en Alcalá de Henares 425.000 durante el ejercicio de 2013; en Getafe 412.000 en 2012 y 2013; y centenares de miles de euros más en otra decena de municipios.
Para el juez Velasco y la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, los contratos de los pueblos eran el pago para Waiter Music, a cambio de trabajar por debajo del precio de mercado en los actos del Partido Popular. Una supuesta fórmula de financiación ilegal a costa de las arcas municipales muy similar a la del entramado Gürtel. José Luis Huerta lo niega. Sostiene que en las facturas que obran en poder del juzgado figura el detalle de todas las operaciones. No obstante, la Benemérita ya lo ha apuntado en un informe: "Existe evidencia documental" de esta financiación ilegal del PP de Madrid.