"Aguirre muere matando"
Los colaboradores de Mariano Rajoy lamentan que la dirigente conservadora aprovechara su dimisión para “clavar varias puñaladas” a su jefe de filas. Los populares consideran, además, que la presión sobre Rita Barberá ha aumentado
Madrid
“Esperanza Aguirre muere matando. Cada palabra fue un dardo envenenado para Mariano Rajoy”. Eso es lo que opinan en el equipo del presidente en funciones. La dimisión de la dirigente conservadora no sorprendió mucho. A algunos, incluso, les alivió su marcha de una vez por todas. Pero en Génova y en la Moncloa se quedaron helados al escuchar su despedida. Les pareció que todo eran mensajes destinados a dejar en evidencia a su jefe de filas.
Los colaboradores de Rajoy creen que “le clavó varias puñaladas”. Al decir que ella asumía “su responsabilidad política”, al comentar que tenía que haber vigilado la situación más de cerca y al señalar que la corrupción está “destrozando” a su formación. De ese modo desvió todos los focos de atención hacia él.
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“Le ha puesto entre la espada y la pared”, comenta un cargo territorial. Ahora todo el mundo recuerda que ella nombró a Francisco Granados y él puso a Luis Bárcenas como tesorero. Ella abandona el partido y él no lo hizo tras los SMS. Los escándalos se suceden en el PP, la mancha se extiende, la imagen de la formación empeora y frente al gesto de Aguirre, Rajoy no reacciona. Muchos le piden que propine un puñetazo sobre la mesa, pero, para desesperación de los suyos, siempre repite el mismo discurso.
En la Moncloa reconocen que “todo esto está saliendo en el peor momento”. No les hace ninguna gracia que esto ocurra en plenas negociaciones para formar gobierno. Además, les molesta que Aguirre vaya dando “lecciones de ejemplaridad” y lanzando indirectas que sólo sirven para cuestionar el liderazgo del presidente del PP.
Fue cuando le preguntaron si debía seguir sus pasos. “Rajoy debe seguir su camino. Está en una situación muy importante para todos y él mejor que nadie sabe lo que tiene que hacer. No es el tiempo de los partidismos ni los personalismos. Es el de los sacrificios y cesiones”, respondió Aguirre. Algo que para varios cargos del PP es un recado bien claro para que Rajoy se eche a un lado, permitiendo así que el PP continúe en la Moncloa.
Esta ha sido la principal lectura que se ha hecho dentro del Partido Popular. Aunque lo de Aguirre también ha servido para que muchos miren hacia Valencia donde la situación es “agónica”. Sin lugar a dudas, aumenta la presión sobre Rita Barberá, quien se niega a renunciar a su escaño en el Senado. Muchos en el PP opinan que su posición es insostenible y le pidan que haga lo mismo que su compañera de partido quien tampoco estaba imputada ni siendo investigada.
Gestoras en Madrid y Valencia
Este lunes, el comité de dirección abordará la creación de una gestora. Si ésta sale adelante, serán dos las que estén en marcha: una en Madrid y otra en la Comunidad Valenciana. Las dos joyas de la corona de la formación conservadora en el pasado, que ahora se han convertido en sinónimos de corrupción.
Rajoy pidió que todos los cónclaves se celebraran después del Congreso Nacional. Pero todos esperan que las gestoras den paso a un congreso extraordinario en cada plaza, para se pueda cerrar cuanto antes una etapa y abrir otra de regeneración. Por eso se podrían hacer coincidir algunas convocatorias con las que habrá que hacer para elegir el candidato para las elecciones de Euskadi y Galicia.
Dentro del PP, hay quien señala que no se puede mantener todo en pausa hasta ver cómo se resuelven los pactos, si hay o no nuevas elecciones o si Rajoy sigue al frente. Lo que ocurre es que a Génova le da miedo abrir la veda no vaya a ser que otros territorios reclamen hacer los suyos también con urgencia. Piensan que así la unidad interna estallaría por los aires, con una crisis en cada punto.
Al final del proceso, los populares creen que será la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien se haga con las riendas de la formación regional. Aunque algunos dirigentes creen que Aguirre ha dado este paso ahora para lanzar en el futuro a alguno de sus peones. Dan por hecho que, por el momento, se quedará al frente alguien de su confianza como Iñigo Henríquez de Luna o Gádor Ongil. Pero también piensan que si su movimiento ha sido pensando en la sucesión, pueden entrar ya en lid los nombres de David Pérez o Antonio García Terol.
Muchos creen que Aguirre tiene “intenciones ocultas” y también que “juega sucio”. Sobre todo por el detalle de Ignacio González. Este domingo se supo que hace un mes que había renunciado a su cargo como secretario de la formación regional. Pero en la Junta Directiva que se celebró el 22 de enero no se informó de ello. Dijeron que estaba “de viaje”. Lo cierto es que ya no estaba al frente del cargo y en ese encuentro se debía haber ratificado.