Las endorfinas: una droga natural, gratis y sin efectos secundarios
El ejercicio es una de las formas de conseguir que el cuerpo genere las llamadas hormondas de la felicidad: producen sensación de bienestar y tienen efecto analgésico
Getty Images
Madrid
¿Qué tienen en común el sexo, tomar el sol, escuchar música, tener un buen recuerdo o la risa? Todas ellas son actividades que nos producen una sensación de placer. No es casualidad. Las responsables de ese bienestar inmediato son las endorfinas, unas sustancias químicas naturales sintetizadas por el cerebro que también se liberan cuando practicamos ejercicio.
Esta semana, el nuevo episodio de Mañana Empiezo, de Podium Podcast, 'En forma (y a tope de endorfinas) dando saltos', tratamos de saber un poco más de las distintas disciplinas basadas en el salto, una modalidad que potencia especialmente la secreción de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. Para ello asistimos a una clase de RCJumps en Madrid.
La principal función de las endorfinas es bloquear los detectores de dolor en el cerebro y, quizás por eso, son la causa de que muchas personas acaben relajadas y felices tras una extenuante sesión en el gimnasio y hablen incluso de 'adicción al ejercicio'.
Las endorfinas comparten ciertas características con drogas derivadas del opio, como la morfina o la heroína, tienen incluso similitudes en su composición molecular y comparten receptores en el cerebro. De hecho, cuando el cerebro obtiene dorgas de forma externa, la síntesis de endorfinas disminuye y es más difícil producirlas de manera natural.
Está demostrado que los ejercicios de alta intensidad provocan una mayor secreción de endorfinas, pero también aquellos de intensidad moderada que practicamos al menos durante una hora. Practicado de forma habitual relaja los músculos y regula la ansiedad y la respiración.
Las disciplinas del fitness basadas en saltos tienen una mayor capacidad de hacer que liberemos endorfinas porque, además de la intensidad del ejercicio, nos permiten volver a experimentar esa euforia que nos hacía tan felices cuando saltábamos siendo niños.
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