Los médicos apuntan al "oscurantismo" de Sor María gestionando las adopciones
Cinco facultativos declaran como testigos en el juzgado de Madrid que investiga el supuesto robo de dos recién nacidas en Santa Cristina en 1981: aseguran que la religiosa se llevaba físicamente a los niños y niegan haber intervenido en adopciones
Madrid
La religiosa Sor María Florencia Gómez Valbuena falleció en enero de 2013, pero su nombre y sus quehaceres en la clínica Santa Cristina de Madrid sigue saliendo en las investigaciones judiciales sobre el supuesto robo de bebés. En el último mes, hasta cinco facultativos han testificado en un juzgado de Plaza de Castilla en una de estas investigaciones, para asegurar que quien manejaba con “oscurantismo” la gestión de las adopciones en la clínica era Sor María.
Los cinco trabajaron en la unidad de neonatología y en la Unidad de Centros Intensivos (UCI) de Santa Cristina en 1981 cuando, supuestamente, las dos hijas recién nacidas de Purificación Betegón fueron robadas. Ante el titular del juzgado número 50 de Plaza de Castilla, todos negaron haber participado en la atención a las pequeñas, o al menos recordar haberlo hecho: sus firmas constan en el historial médico.
La acusación del caso cree que Sor María, que murió a los 88 años tras ser llamada a declarar, era quien movía los hilos del supuesto robo de bebés en esta clínica cercana al parque del Retiro: en las últimas semanas, varios facultativos han asegurado que era ella quien hacía y deshacía en todo lo relativo a las adopciones, y que lo hacía con “oscurantismo”, según explicó alguno. Ella se llevaba físicamente a los niños y nadie volvía a saber nada más de ellos, explicaron.
Investigación en marcha
Desde hace un lustro, el juzgado número 50 de Madrid investiga si las dos hijas de Purificación Betegón, nacidas en 1981 en la clínica Santa Cristina, fallecieron nada más nacer tal y como dice el historial médico, o fueron robadas tal y como sospechan ellos. Las últimas testificales de médicos del centro suponen un nuevo impulso a una causa que amenazó con quedarse en el cajón con la muerte de Sor María, y que la Audiencia Provincial de Madrid obligó a reabrir.
Fuentes del caso aseguran que hay otro médico pendiente de citación, y el juez también está a la espera de que otros dos de los que supuestamente intervinieron en la atención a las dos niñas sean identificados.