Primer aviso del juez al president Torra
En su auto en el que niega la libertad a Turull y Rull para tomar posesión como consellers, el juez Pablo Llarena se refiere al nuevo president de la Generalitat: "Ha exteriorizado su voluntad de impulsar la república independiente ilegalmente declarada"
Madrid
Primer aviso para navegantes del juez Pablo Llarena a Quim Torra. El magistrado que instruye desde el Tribunal Supremo la macrocausa contra el procés independentista vigila los movimientos políticos del nuevo president de la Generalitat, y hace referencia a ellos en su último auto, destacando que su intención de independizar Catalunya empeora la situación de los exconsellers que se encuentran en prisión provisional.
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Lo explica en un auto hecho público este marte, en el que Llarena rechaza la petición de Jordi Turull y Josep Rull de abandonar la cárcel de Estremera para ejercer como consellers en el nuevo Govern de Torra. Existe un riesgo de fuga, explica el magistrado, y otro de reiteración delictiva: "Un eventual retorno de los procesados" al Govern catalán "no sólo no resvanece o mitiga el riesgo de reiteración sino que lo potencia", dice, destacando que "más aún cuando el presidente que pretende designarlos ha exteriorizado su voluntad y determinación de impulsar la república independiente ilegalmente declarada".
Para el magistrado, por tanto, los primeros pasos de Torra al frente del Govern no invitan ni al optimismo ni a pensar en el final del independentismo unilateral que persigue en su macrocausa: afirma que "la propuesta de nombramiento en modo alguno justifica" que tanto Turull como Rull "sean puestos en libertad para que puedan ejercer de nuevo sus responsabilidades", antes bajo mandato de Carles Puigdemont y ahora de Quim Torra.
Los argumentos del juez Llarena llegan un día después de que Torra haya visitado a los nueve encarcelados por el magistrado en las cárceles madrileñas de Soto del Real, Estremera y Meco, afirmando la "voluntad de acceder al cargo" de Turull y Rull y manteniendo su toma de posesión para este miércoles.
El "relevo" del procés
Pablo Llarena Conde siempre ha tenido un ojo puesto en la actualidad política catalana a la hora de dictar sus autos desde que se hizo con la causa el pasado mes de noviembre. En varios de ellos ya ha expresado su teoría sobre cómo el procés independentista sigue en marcha aunque el Govern de Carles Puigdemont esté huído o encarcelado, con sus sucesores dando continuidad a un plan que, según considera, arrancó hace varios años.
Lo explicó en el tramo final de su auto de procesamiento del pasado mes de marzo: habla de una "posible actividad delictiva en desarrollo, con un relevo" en sus protagonistas, asegurando que es "un ataque que puede estar en desarrollo, por más que se encuentre puntualmente larvado y que pueda pretender servirse de un relevo en sus protagonistas" en referencia al Govern destituido de Carles Puigdemont tras la aplicación del artículo 155 por parte del ejecutivo central.
Para el magistrado, la estrategia sigue en marcha y es la misma que echaron a rodar los partidos soberanistas, "pues eso es precisamente lo que se diseñó en el Libro Blanco que, en lo demás, se ha seguido con detalle", un 'Libro Blanco' que define como "piedra rosetta del diseño criminal" del independentismo catalán.
Del 155 al 384 bis
Los exconsellers encarcelados, cargos electos tras los comicios catalanes del 21 de diciembre, son conscientes de que la amenaza de la inhabilitación política cautelar planea sobre sus escaños: cuando la sala de apelaciones confirme su procesamiento por un delito de rebelión el magistrado podrá iniciar los trámites para inhabilitarles, en base a la interpretación que ha hecho del artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim).
Es algo que plantean Turull y Rull en su solicitud de libertad ahora rechazada: "No puede adelantarse la aplicación del artículo 384 bis de la LeCrim", explica el auto.