José María Aznar ha negado en varias ocasiones la existencia de una «caja B» en el Partido Popular que haya sido acreditada judicialmente. Eso es falso. La sentencia de la primera fase de la trama Gürtel acredita su existencia, ya que probar la «caja B» era necesario para acreditar que Luis Bárcenas había sustraído fondos de la misma. Durante su intervención, Aznar ha usado el mismo argumentario que empleó el PP tras la sentencia de la Gürtel. El expresidente del Gobierno no ha reconocido absolutamente nada y ha reiterado varias veces que la sentencia solamente se refiere a dos municipios de Madrid. Sin embargo, la sentencia establece que el PP nacional se benefició de la financiación ilegal. Otro de las falsedades argumentadas por el expresidente es que no conocía a Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel condenado a 51 años de prisión. Correa fue testigo de la boda de la hija de Aznar en El Escorial y su empresa organizó todas las campañas electorales del entonces candidato del PP. De hecho, el expresidente incluso voló con Pasadena, la agencia de viajes de Correa. Aznar ha acusado en varias ocasiones al portavoz socialista en la comisión, Rafael Simancas, de pertenecer al único partido condenado en España con sentencia firme por financiación ilegal, en referencia al caso Filesa. Esta afirmación también es falsa porque en los tiempos del caso Filesa no se podía condenar a un partido político por financiación ilegal porque ni siquiera estaba tipificado como delito. No obstante, sí fueron condenados dirigentes socialistas que controlaban las finanzas del PSOE. El expresidente también ha asegurado que “no haber ordenado ningún ingreso fuera del circuito legal”. Según el exdiputado de UPN, Jaime Ignacio del Burgo, fue Aznar quien aprobó el pago de sobresueldos al consejero navarro, Calixto Ayesa. Un total de 3.600 euros mensuales en negro abonados durante cuatro años en sobres y en cafeterías de Pamplona. Del Burgo reconoció como testigo que efectuó esos pagos reflejados en los papeles de Bárcenas, y Calixto Ayesa que los cobró. El tribunal lo consideró acreditado. La guerra de Irak también ha generado polémica en la comisión con varios enfrentamientos entre el expresidente y el portavoz de ERC Gabriel Rufián. Aznar ha sostenido en su intervención que no hubo soldados españoles en la guerra de Irak. El expresidente ha justificado la presencia de 2.600 efectivos en que estaban «bajo mandato de la ONU» y como parte de una «fuerza de estabilización con 50 países más». «No participó ni uno solo”, ha asegurado. Cuatro soldados españoles y siete agentes del CNI fallecieron en Irak en acciones violentas.