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Crece un 442% el consumo de fármacos contra el colesterol

La OCU denuncia una “campaña mercantil hábilmente orquestada”

La OCU denuncia una “campaña mercantil hábilmente orquestada” / Istock

Madrid

La idea de que el colesterol es malo ha calado hondo en la población española. En los últimos diez años, el consumo de estatinas, fármacos destinados a tratar los problemas relacionados con el colesterol, ha aumentado un 442%, según los datos que maneja la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), han denunciado lo que consideran “una campaña mercantil hábilmente orquestada”. Si bien entienden que no hay motivos para pensar que la medicación no cumple con sus objetivos, les resulta incomprensible el “papel preponderante que han asumido las estatinas en el tratamiento del colesterol”, en detrimento, en muchas ocasiones, de otras opciones como una mejora de los hábitos alimenticios y una vida más activa.

En este sentido, una encuesta realizada por la mencionada asociación de defensa de los consumidores muestra que un 41% de los españoles que siguieron un tratamiento para reducir sus niveles de colesterol se limitó exclusivamente a medicarse, mientras que únicamente un 2% optó por adecuar su estilo de vida prescindiendo de los fármacos. Por estos motivos, la opinión que manifiesta la OCU es que “se ha tendido a medicalizar un problema que podría haberse enfocado de otro modo, sin tener que recurrir a compuestos que presentan abundantes efectos adversos”.

Sobre el espectacular aumento del consumo de fármacos contra el colesterol, se ha pronunciado para SER Consumidor uno de nuestros habituales dietistas-nutricionistas, Juan Revenga. Este experto, que ya trató el asunto en su blog, afirma que el problema radica en que recetar estos medicamentos resulta la opción más rápida y sencilla, tanto para el doctor como para el paciente. “Los médicos se ahorran una consulta larga para concienciar al paciente de que cambie su estilo de vida, y el usuario entiende que es libre de seguir con sus hábitos sedentarios y su mala nutrición”, apunta.

“Vivimos acostumbrados a solucionar nuestros problemas a base de pastillas sin tener en consideración que modificar nuestros hábitos de vida es, en muchas ocasiones, tan o más importante, y con menos contraindicaciones”, afirma Revenga, que pone el foco en la industria farmacéutica al señalar que “hace una denodada presión por conseguir que sus medicamentos lleguen a los consumidores”.

Además, el experto no encuentra “ningún tipo de evidencia científica que justifique que se haya reducido de 220 miligramos por decilitro a 190 el nivel a partir del cual se considera que alguien tiene el colesterol alto”. Esta reducción supone uno de los motivos que han provocado que, actualmente, el 22% de la población en España esté consumiendo o haya consumido medicamentos contra el colesterol.

En cualquier caso, Revenga señala que las pastillas sirven de muy poco si no se presta atención a las otras dos patas del tratamiento contra el colesterol, es decir, una mejora de la dieta centrada en el aumento de alimentos de origen vegetal y alimentos con un aporte de grasas saludables (aceite de oliva, pescado azul, frutos secos...), así como un aumento del ejercicio diario.

 
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