Clima: última oportunidad

París

El futuro del planeta se juega desde hoy en París. Puede parecer exagerado, pero hay consenso científico en que esta vigésimo primera Cumbre del Clima puede ser la última oportunidad para evitar que el calentamiento global cambie para siempre la vida sobre la tierra.

Desde el comienzo de la era industrial, hace dos siglos, la temperatura ha subido un grado en el planeta. A ese aumento le debemos hoy ya que muchos habitantes de las islas del Pacífico no puedan cultivar sus tierras, llenas de sal por la subida del nivel mar, que el Ártico se vaya deshaciendo, que se hayan duplicado las olas de calor y las de frío, que la salud pública se enfrente a nuevas enfermedades.

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Ahora se trata de pactar las medidas necesarias para que solo suba otro grado más -como mucho- en este siglo. Dos en total. Es el acuerdo que se persigue aquí en París. Europa acude dispuesta a asumir compromisos muy duros para conseguirlo. La duda es si los más contaminantes, Estados Unidos y China, se sumarán (y cómo) al acuerdo.

Nadie niega ya el cambio climático y sus consecuencias. Nadie, salvo los que tienen intereses económicos inmediatos en mantener la manera actual de producir y consumir. Atenuar sus consecuencias hará perder mucho dinero a algunos, mejorará o salvará la vida de muchos y nos garantizará el futuro a todos.