Los barones del PP fuerzan un cambio con sus futuras salidas

Madrid

Los barones del PP, que ayer durante el Comité Ejecutivo Nacional levantaron tímidamente la voz, empiezan a moverse para forzar cambios, de los que huye Rajoy, enrocado en su estrategia de confiar todo a la recuperación económica. El presidente descartó remodelar tanto la cúpula del partido como el Gobierno y solo admitió problemas de comunicación tras la debacle electoral del 24-M.

Menos de 24 horas después del discurso de Rajoy, importantes líderes territoriales se desmarcan y sopesan su retirada, "un relevo generacional" ha dicho Herrera, para forzar al presidente a tomar decisiones que cambien el rumbo de la formación conservadora. El presidente en funciones de Castilla y León, que lleva 13 años al frente del partido de esa comunidad, se plantea no ser el candidato en la investidura pese a que su amplia victoria le garantiza la gobernabilidad. “No se puede descartar (ser candidato a la investidura) como no se puede descartar otra decisión si es mejor para Castilla y León, para el PP y para mí mismo”, ha señalado en una entrevista en Onda Cero. Herrera, que no asistió ayer al Comité Ejecutivo Nacional porque necesitaba una "segunda jornada de reflexión", apuesta por dejar paso a los más jóvenes y pide a Rajoy "mirarse en el espejo" y responder si es el mejor candidato para las elecciones generales.

En Valencia, Alberto Fabra, a quien Rajoy dudó hasta el último momento si designar candidato en una comunidad clave, traslada a su Ejecutiva regional  que renuncia a liderar el PP valenciano en el próximo Congreso del partido, aún sin fecha pero previsto para después de las elecciones generales. La situación en Valencia es especialmente delicada para los populares tras perder el Gobierno autonómico, que quedará en manos de una coalición de izquierdas, y los ayuntamientos de las tres capitales de provincia. José Ramón Bauzá, uno de los más críticos en la reunión de barones de ayer, sigue los pasos de Fabra y tampoco aspirará a liderar el PP balear tras convocar un congreso extraordinario para después del verano.

Una situación parecida viven dos de las mujeres más fuertes en el seno del PP. María Dolores de Cospedal está a la espera del avance de las negociaciones entre el PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha, donde se quedó a un escaño de revalidar la mayoría absoluta. García-Page da por hecho que será presidente y la también secretaria general del PP no contempla permanecer los próximos cuatro años en la oposición. Luisa Fernanda Rudi, histórica dirigente impulsada por Aznar, tampoco está dispuesta a sus 65 años a quedarse al frente del PP en la oposición. En Aragón, se espera que gobierne un frente de izquierdas entre el socialista Javier Lambán y Pablo Echenique, el barón más poderoso de Podemos, aunque las negociaciones se prevén largas e intensas.

Rajoy opta por no hacer ningún movimiento y hoy hasta una de sus últimas apuestas, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha resaltado la pérdida de frescura del PP y ha pedido “cambiar estilos, formas, estrategias y también caras” para lanzar un proyecto distinto. Horas más tarde, Esperanza Aguirre ha ido más allá al exigir una refundación del partido para llegar "al fondo de la regeneración política".

El mapa de los pactos postelectorales más probables tras el 24-M

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