Agárrense que vienen curvas
La firma de Pedro Marchante

Pedro Marchante, articulista de Radio Jerez Cadena SER / Radio Jerez

Jerez de la Frontera
Revueltas, muy revueltas bajan las aguas en la actualidad de un Xerez CD que, si monta un circo, le crecen los enanos. Si en mi artículo anterior comentaba la estrategia del club de aligerar la plantilla con la salida de aquellos jugadores que más cobraban y la llegada de jóvenes promesas con ganas e ilusión por demostrar su valía, las salidas se han tornado en una casi desbandada, en un sálvese quien pueda con muchos de los jugadores tratando, de una manera u otra, de romper el vínculo que los une al club y buscarse las habichuelas en otro sitio. Nada se sabe, en cambio, de llegadas, que sin duda se tendrán que producir antes del 31 de enero, cuando se cierra, definitivamente, el período de inscripción de jugadores.
No es de extrañar que, ante los problemas económicos, los jugadores traten de encontrar otras opciones más viables y con unas garantías de cobro que aquí, por lo que se está viendo, no tenían. Y los entiendo y los respeto como trabajador que soy. No obstante, no deja de sorprenderme cómo se están desarrollando los acontecimientos y lo rápido y fácilmente que se está desmontando un proyecto que, en el mes de julio, parecía ilusionante e incluso atractivo para el aficionado xerecista.

Aficionados del Xerez CD en el Pedro S. Garrido / Radio Jerez Cadena SER

Aficionados del Xerez CD en el Pedro S. Garrido / Radio Jerez Cadena SER
La realidad es tozuda y se empeña en demostrar que siempre tiene razón, que el dinero es el motor que todo lo mueve y que, sin el vil metal, no hay proyecto alguno que salga adelante. Es una pena porque, como decía, se había generado mucha ilusión y se habían creado unas expectativas que, de nuevo, de forma abrupta y dolorosa, golpean donde más duele al ya de por sí cansado y maltrecho seguidor xerecista. Un xerecista que siente que se le está escapando, quién sabe si por última vez, el tren para reverdecer viejos laureles y volver a categorías de más enjundia y entidad que, sin duda, por fidelidad y amor a unos colores y una historia merecen.
Lo bueno de todo esto es que, por fin, parece que se va a volver a la normalidad competitiva, ha vuelto a rodar el balón y el césped dictará sentencia. Queda toda una segunda vuelta para ver de lo que será capaz este equipo. A priori, parece complicado conseguir repetir los números de una primera vuelta que dejaban al equipo en la zona alta de la tabla y con serias opciones de meterse en liguilla y jugarse por el ascenso. Habrá que esperar, tendremos que confiar en la plantilla que quede a partir del 31 de enero y, con esos mimbres, tratar de hacer el mejor cesto posible. Así son las cosas y así han sido siempre en este bendito club donde lo deportivo ha salvado siempre la situación institucional.




