Aranda de Duero

El derbi del sábado (19:00 h) en el Príncipe de Asturias entre el Tubos Aranda y San Pablo Burgos no será un partido más. Un duelo para la historia del balonmano arandino. Una fiesta para el deporte. La exaltación del jugador de la fábrica amarilla. En algún momento del encuentro hasta un total de siete jugadores arandinos podrían ser protagonistas en la cancha.

El capitán arandino, Víctor Megías, afirma que "hay que disfrutar del balonmano, de los jugadores de la casa, que aunque no estén aquí, caso de Pinillos y Tamayo, son de aquí". Con un discurso similar, Alberto González, apunta que “si, en Aranda siempre se puede jugar bien” y añade que “el partido será entretenido para el espectador y una incógnita en la cancha” para “saber cómo responderemos tras perder ante Novás y por saber qué equipo tendremos delante”.

La Afición

Por otro lado, en tiempo de El Banquillo repasábamos esta semana lo que significa para ambas aficiones un duelo con mucho más que la rivalidad provincial en juego. Del lado burgalés, Enrique Sanz, seguidor y padre de un canterano burgalés, apuntaba que "esto durará poco", en referencia a la situación del Villa de Aranda en la clasificación. Sanz añadía que “la afición de Aranda es ejemplar”. Del lado ribereño, Agustín Ibeas, miembro de la Peña Patata, esperaba un gran ambiente porque “a mí me gusta que la afición contraria venga a Aranda” y recordaba que en Aranda “se vive el balonmano de otra manera”.

Por delante un encuentro de rivalidades, necesidades y exigencias marcadas por la clasificación, pero de orgullo, identidad y patrimonio propios.