No seamos idiotas

León

Es un insulto a la inteligencia de los electores que el candidato Alfonso Fernández Mañueco tenga como late motiv de su campaña electoral un repetitivo monólogo contra el presidente del gobierno de España. O nos toma por tontos, o, es imposible concebir que olvidemos que llevan gobernándonos más 35 años.

Que ellos son responsables de buena parte de las miserias económicas y sociales que padecemos: despoblación, envejecimiento, corrupción. Que manejan un presupuesto cercano a los 13.000 millones de euros para decidir sobre las competencias en sanidad, medio ambiente, servicios sociales, educación… Que durante todos estos años han planificado y decidido inversiones y recortes a su manera. Que estamos, donde ellos han querido.

Y que los juzgados los siguen aguardando. Esta misma semana un juzgado de Zamora ha admitido a trámite una denuncia por sabotaje contra los consejeros de Agricultura y Ganadería, el de Fomento y Medio Ambiente y el director general de Industria.

El denunciante, promotor de un proyecto millonario de una biorrefinería en la localidad zamorana de Barcial del Barco, los acusa de ejercer presiones para que este proyecto no salga adelante. A escasos 20 kilómetros de Benavente, el proyecto produciría miles de toneladas de bioetanol, una energía verde procedente, entre otros cultivos, de la remolacha. Se crearían 120 puestos de trabajo directos y más de mil indirectos en una comarca agrícola que se extiende entre las provincias de Zamora y León.

De probarse acusaciones tan graves estaríamos hablando de un nuevo caso de corrupción en las mismas tripas del gobierno Mañueco. No tienen pudor en hacer campaña de la mano de una consejera de Iberdrola, Isabel García Tejerina. Y dado el historial podemos creernos que algunos políticos populares de esta Comunidad tienen cuajo para cometer delitos, como dice fuera de juzgado el promotor citado, presuntamente como si fueran parte del crimen organizado.

Tal vez por estas y otras cosas, todos ellos hayan decidido usar el monólogo contra Sánchez como antídoto que nos borre la memoria.