Sirviendo cafés a los 100 años, la mujer que se niega a jubilarse

Madrid

Beryl Carr nació en 1922, cuando en Reino Unido aún gobernaba el rey Jorge V, abuelo de la actual reina Isabel II. También en ese año Mahatma Gandhi fue condenado y encarcelado, y la tumba del faraón egipcio Tutankamón aún se encontraba cerrada, imperturbada.

Cuando cumplió 80 años, y queriendo ser útil para su comunidad, se apuntó como voluntaria en el Hospital Ealing de Londres, donde todavía, recién cumplidos los 100 años, trabaja cuatro horas a la semana sirviendo cafés.

Vuelve al trabajo tras la pandemia

Beryl explica a los medios ingleses que no soporta la idea de estar encerrada en casa viendo la televisión, ella se encuentra bien de salud, tanto física como mental, y quiere aprovechar el tiempo que le queda, sea el que sea, ayudando a los demás.

Para el personal del hospital Beryl es la cara amable que les anima a seguir trabajando también ellos con una sonrisa sobre todo en estos duros años de pandemia.

La anciana volvió en mayo de 2021 al “trabajo” tras un año en pausa por las medidas de seguridad contra la pandemia, un año que decía había sido demasiado aburrido. Durante estos meses de parón, lamentaba, sólo había recibido visitas de su hija, y los únicos eventos sociales a los que había asistido fueron las citas para su vacunación.

Ahora cumple estrictamente los protocolos de seguridad e higiene, se encarga de la caja, sirve cafés y de vez en cuando prepara sándwiches y otro tipo de comida.

Hasta que el cuerpo y la mente aguanten

El pasado 13 de enero alcanzó el siglo de vida, con una celebración en el hospital y una carta de felicitación de la reina Isabel II, costumbre en Reino Unido para las personas que cumplen 100 años.

De momento, Beryl no pone fecha a su jubilación, ella seguirá ayudando todo el tiempo que pueda, aunque su hija admite que en ocasiones tiene que pedirle que no se esfuerce tanto para mantener su salud. Beryl responde, ¿de qué sirve su salud si no está ayudando a mejorar la salud de otros?