Madrid

La semana empezaba con lo que parece una buena noticia: la Audiencia Provincial de Madrid ordenaba a la jueza de Leganés que había llevado la causa por la muerte de 29 personas en 4 centros de esa localidad, que reabriera el caso. Le solicitaba que se citase a declarar a los responsables médicos que aplicaron los protocolos durante la primera ola de la pandemia. Carmen López, portavoz de Marea de Residencias y presidenta de la Asociación de los Derechos de los Mayores y sus Familias, ADEMAF, es muy prudente porque la experiencia les muestra que “parece que haya un límite marcado y se cierran todas las causas”, es como si se hubiera trazado una línea judicial que marca la pauta a seguir. Las familias que se han organizado para protestar y reclamar dignidad en el trato y consideración de las personas que viven en residencias, se sienten desanimadas “llega un momento que te dan ganas de abandonar. Muchos abandonan por el camino porque es lo que menos te apetece cuando has visto a morir a tu familiar abandonado”. Es muy duro tener que enfrentarte a todo, y seguir pese a los cierres continuos y a la vez hacer el duelo por tu familiar que además sabes que ha muerto solo, y del que no te has podido despedir. Carmen López recuerda que la Marea de Residencias se creó en 2019, partíamos ya de una situación previa muy grave. La pandemia hizo evidente esas malas condiciones de una forma radical y dramática. “Ahora la situación ha cambiado a peor” descubrimos que por desgracia en muchas residencias “lo que hacen es dejar morir poco a poco a los ancianos” que aunque estén allí ingresados y tengan las capacidades mermadas, no podemos olvidar que son ciudadanos de pleno derecho. Ahora se sigue aislando, o “encerrando” a los ancianos cuando se detecta un positivo, cuando lo óptimo sería “sectorizar”, aislar a los positivos sin interrumpir la actividad del centro ni visitas a familiares. Y para hacer eso necesitan contratar más personal, y no lo hacen. Les es más fácil cerrar un módulo entero, aunque eso suponga sacrificar las visitas y la movilidad de todos. Como es el que caso que Elena Jiménez ha contado en Radio Madrid, el de Mari una anciana de 95 años que lleva desde el 23 de diciembre encerrada sin ver a sus familiares.

Fuente de Oliva, la aldea leonesa que quiere ser gallega

En realidad, lo que quieren es que se asfalten los 3 kilómetros de camino de tierra que lleva a esa aldea del ayuntamiento de Balboa, ya en la provincia de León. Daniel Sousa nos presenta a Fernando Cerezales, pedáneo de Fuente de Oliva, que le acompaña a través de ese camino que está en tan mal estado que ha tenido que colgar un cartel de madera diciendo “Vas bien, sigue”. A pesar del sentido del humor que exhiben hay un problema grave que arrastran desde hace décadas. Todo ese tiempo han reclamado a las administraciones de Castilla y León que arreglen el camino de 3 kilómetros lleno de barros, árboles caído y nieve en invierno. Hartos de promesas incumplidas el año pasado decidieron solicitar su independencia de Castilla y León y pedir la anexión a Galicia a ver si les hacen más caso.