"Las nuevas tecnologías pueden ser una oportunidad para los pequeños pueblos"

La Rioja trabaja en el desarrollo de comunidades energéticas renovables en pequeñas localidades de la región. Es el caso de San Martín de Jubera y Santa Marina, en Santa Engracia del Jubera; Treguajantes, en Soto en Cameros, o Larriba, Ajamil de Cameros. Pequeñas aldeas con muy pocos vecinos a los que el Gobierno regional les apoya económicamente para la instalación de paneles solares que garanticen el suministro eléctrico, donde hasta la fecha no llega el tendido eléctrico.

Pero más allá del suministro eléctrico, un servicio esencial para preservar la vida en estos pequeños pueblos, también son necesarias otras infraestructuras tecnológicas para impulsar la actividad en el medio rural. Es el caso de la conectividad a internet y la llegada de la fibra óptica. Pero también la conectividad 5G puede tener aplicaciones muy interesantes en asuntos relacionados con el campo. Por ejemplo, para un mejor control de la producción tanto agrícola como ganadera. Así lo asegura Miguel Ángel Sánchez, doctor del máster Industria 4.0 e investigador del grupo 'Industria, energía y sostenibilidad en UNIR.

"Podríamos tener animales en ganadería extensiva perfectamente localizados e identificados sus principales parámetros para comprobar si les pasa algo. También podríamos controlar en grandes extensiones de cultivo indicadores como temperatura y humedad para determinar cómo pueden venir las cosechas y ver si es necesario regar o no regar".

"Un ahorro significativo"

Sánchez Vidales insiste en la necesidad de comprometerse con el desarrollo de las nuevas tecnologías para mejorar el rendimiento de las explotaciones. Y señala que el coste de estas aplicaciones, aunque requiere cierta inversión es rentable porque el monitorizar, por ejemplo las labores agrarias, supone un ahorro de casi un 30% en combustible y agua.

Pone como ejemplo una explotación agraria, donde es necesario emplear bombas con gasoil para sacar el agua de los pozos. "Si soy capaz de saber de determinar cuándo tengo que regar puedo conseguir ahorros del 30% en combustible, a lo que se añade también el buen uso de un bien básico como es el agua", añade.

Población envejecida

Nuevas tecnologías en el mundo rural, pero que juegan con el hándicap de una población muy envejecida, que no dispone de conocimiento sobre el uso de los soportes digitales. "Lo más complicado de todo es el cambio cultural. Llevar banda ancha y 5G a los pueblos puede resultar una tarea fácil, pero nuestros abuelos no le van a sacar partido, aunque sí que se podrán beneficiar, por ejemplo, cuando acudan al centro de salud". Por ello, insiste en que el uso de estas aplicaciones deben venir de la mano de los jóvenes que aún viven en los pueblos o aquellos que se quieren ir a vivir a estas pequeñas localidades.