La suerte da la espalda al Algeciras (2-1)

El Algeciras Club de Fútbol ha caído derrotado por 2-1 en su visita al Principado de Andorra en un partido igualado pero donde los albirrojos merecieron algo más. Pese a una estupenda primera parte, la mala suerte se cebó con el equipo, dando lugar a la quinta salida infructuosa de los de la Menacha. Crespo, inconmensurable, fue el que preservó la esperanza de empatar hasta el final del partido, si bien el equipo acusó la falta de recambios y de posibilidades en ataque.

Iván Ania apostó en esta ocasión por una defensa conformada por Van Rijn y Figueras, conocedor de la posibilidad de marcha de Robin y con un Mariano acusado de molestias. Alex Robles formó en el once titular y cuajó un muy buen partido. En el centro, Borja y Pepe Mena procuraron el juego rojiblanco. Fruto de la escuela Barça, el míster del Andorra, Eder Sarabia, planteó un 4-3-3 con un estilo de toque y movimientos, tal y como viene siendo habitual, con Martí Vilá e Iván Gil como hombres más peligrosos y desequilibrantes.

Con un dominio de los espacios, los andorranos siempre encontraban pase de apoyo y hombres desmarcados, con toques rápidos y vertiginosos, estando los dos centrales en la posición de mediocentros, alternando las bandas y sin prisas por llegar arriba. Esto propició rápidamente el primer disparo, del propio Iván Gil, alto. El Algeciras, en bloque bajo, pretendía tocar rápido para encajarse en la portería rival en transiciones veloces, directos y con mucho peligro. Tomás dio la réplica en el minuto 3 con un tiro con el exterior. Se preveía un duelo de pistoleros entre ambos equipos.

Tras unos minutos de disputa del balón muy exitosa por parte de Mena y Borja, el peligro venía en el momento que no se finalizaba jugada, se perdía y se corría para atrás, o bien si se conducía mucho la pelota tras robar la pelota, ya que el equipo tricolor empleaba una presión tras pérdida muy trabajada y que pillaba desprevenidos a los algeciristas. Esto ocurrió en el minuto 11, ocasionando un tiro magnífico por parte de Bover, de volea, que Crespo paraba mágicamente abajo. Muy bien el portero rojiblanco en el día de hoy.

La respuesta la daba en el 32 Roni, con un tirazo tras jugada combinativa, con la izquierda, que se iba alto. Generaban los visitantes con las subidas de un acertadísimo Álex Robles, omnipresente arriba y abajo. Curiosamente vio la posibilidad el míster local por esa banda y rápidamente introdujo a Eudald Vergés, uno de los más peligrosos y experimentados que poseen los andorranos. Quizás querían explotar la insuficiente ayuda que ofrecía Ferni en defensa.

La primera parte fue un ejercicio estoico de defensa cerrada, consiguiendo tapar con éxito el pase al centro del Andorra, una de las claves de Ania, imposibilitar el juego entre líneas. Sin embargo, los errores, propios en el fútbol, permitían ataques con la defensa desorganizada, y en uno de estos, ya al borde del descanso, llegó el tirazo de Biver, de nuevo, pegado al palo izquierdo. Casi marcan los locales.

En la segunda parte mismo plan, pero no así acompañó el físico. Poco a poco el Algeciras fue acusando la acumulación de partidos y la poca variedad que posee en ataque por el momento, con un Bueno como espectador, al no tener las gestiones oportunas en regla. Con jugadas eternas de toque, los andorranos buscaban el palo izquierdo de Crespo por orden de Sarabia. El Algeciras, a la contra, conseguía llegar con cierto peligro, como en el tiro de Leiva con la zurda, duro y arriba, que Ratti despejó a córner.

Las imprecisiones llegaban en el cuadro rojiblanco, fruto de la falta de fuelle, cada vez más acuciante, lo cual estrechaba el cerco tricolor. Dos minutos más tarde, Nieto buscó la espalda de Van Rijn y remató de cabeza un centro que Crespo, de nuevo, expulsó a córner. Al saque del mismo, directo al centro del área chica, le siguió el infortunio. El meta rojiblanco no pudo salir por la acumulación de jugadores que le rodeaban, y el esférico rebotó en un defensor algecirista, colándose en la portería. El equipo del buen fútbol marcaba con un gol feo y cargado de infortunio.

Fue entonces cuando disminuyeron la presión y pretendieron anotar a la contra, con un Algeciras adelantando líneas e intentando meter balones arriba. Mena y Borja, exhaustos, perdían la posición, las marcas y los balones con facilidad. Una pelota del gallego regalada originó una carrera de Vergés, cuyo centro fue rematado alto por Thior. En el 64, Bover de nuevo se marcaba un chut excepcional directo a la escuadra, forzando a Crespo a hacer un paradón, pitando el árbitro saque de puerta incomprensiblemente.

Y en el 68 llegó la oportunidad de oro para los visitantes, todo un partido condensado en una jugada. Leiva, desequilibrante como siempre, filtraba un pase para Roni, quien controló dentro del área y disparó con la zurda, cruzando la pelota demasiado, en la ocasión más clara de todo el partido para cualquiera de los dos equipos. Tremenda mala suerte en la definición, con el portero andorrano como mero espectador.

El carrusel de cambios tuvo lugar en el 75, bastante extraños en esta ocasión, pero consecuencia de la situación de reformas en las que se encuentra la plantilla algecirista en el momento presente. Leiva se marchaba y entraba Duarte, y más tarde Serrano sustituía a Borja, dejando a Mena de manija. Marc Fernández, por parte local, entró y rápidamente se puso manos a la obra, protagonizando una vaselina que marchó fuera ante la salida de Crespo tras uno de los regalos que Tomás habitúa a hacer en todos los partidos, fruto de la confianza.

Los espacios entre líneas aumentaban y las piernas pesaban cada vez más. Robles salió por Mariano, colocándose Van Rijn en el costado, en un intento de formar con 3 centrales. Sin embargo, y a pesar del empuje albirrojo, sólo dio tiempo a una ocasión clara por parte de Vergés quien quedó en un mano a mano con Crespo tras una pérdida tonta de Ferni. El lateral catalán disparó duro pero el meta cántabro acertó a sacar una mano derecha imponente, desviando a córner. Fue éste el que mantuvo viva la esperanza visitante de sacar un balance positivo en el día de hoy.

Acabó finalmente el encuentro, consumándose la quinta derrota de un Algeciras que se ha visto en plena remodelación justo con las salidas más difíciles, bien es cierto. En esta segunda vuelta tiene posibilidad de enmendar dicha estadística si pretende mirar para arriba, algo que parece quedar claro a la luz del nivel de las nuevas incorporaciones. Desde luego, uno podría decir que con tamaño espíritu de sacrificio por parte de los futbolistas rojiblancos, las nuevas caras y por tanto las posibilidades de juego que se abren, no sería una tontería pensar en el equipo de Ania como un candidato a los playoffs. Veremos si las acciones a nivel de plantilla que se producen van en esa línea